viernes, 18 de marzo de 2016

Palos en la rueda


Mientras la rueda del poder dominante avanza aplastando nuestras cabezas, nos invitan a rendirnos nuevamente. A claudicar. A resignarnos. A olvidarnos de lo que fuimos y quisimos ser.
Pero a esa imagen triste y dolorosa del 2001 yo no quiero volver.
La rueda del poder nos expulsa, nos deja sin trabajo, sin salarios ni esperanzas y nos intima a aceptar pasivamente esta realidad desde el posibilismo cobarde que se hace cargo “responsablemente” de la “gobernabilidad”.
Y por si fuera poco, nos invitan a creer que después de rendirnos ante los fondos buitres y el FMI lloverán millones de dólares que vendrán a salvarnos del desamparo en que nos dejó la década pasada. El mismo modus operandi que en el 2001. Los asesinos siempre vuelven al lugar del crimen.
Con su permiso señores, vengo a decir ante mi descendencia, ante mis amigos y mis compañeros, ante mis vecinos y compatriotas y ante mis enemigos de toda la vida, vengo a decirles que, como muchos de nosotros, YO NO ME RINDO. Que no me rendí ante la picana ni la cárcel de la dictadura, que no me rendí ante el menemismo, que no me rendí jamás ante los cantos de sirena de comprar la última oferta por “cambio de estación”, y que por eso mismo no me rindo ni me rendiré ahora ante la fantochada cruel y ruinosa del macrismo gobernante.
Hay que animarse a saltar las vallas del cerco mediático que nos quieren imponer y dejar de repetir la mediocridad de esa frase culposa y defensiva de que “no queremos ponerles palos en la rueda”.
A los victimarios y culpables de los nuevos dolores que decenas de miles de trabajadores hoy están sufriendo, hay que oponerles palos, llantas, pueblo, en nombre de la paz, para que el odio no siga destruyendo las conquistas que el amor y su proyecto de país lograron.
No cuenten con nosotros para allanarle el camino a esa rueda genocida que viene desde Rivadavia y Mitre pasando por Videla y Martínez de Hoz. Es decir, no cuenten con los “nadies”. Con los dignos. Los incorregibles. Los malditos del país burgués. Los peronistas de Perón y Evita, de Cámpora y Cooke, de Néstor y Cristina. Los viejos y los nuevos rebeldes de la Patria Grande.
Honorables señores diputados, senadores y gobernadores: en esta hora crucial, háganse cargo ustedes de la lealtad o la traición al mandato popular.
Nosotros ya elegimos.
Desde las calles y las plazas de la resistencia, los compatriotas de a pie cuidaremos el fuego y la memoria a cómo de lugar el tiempo que vivimos.
Más temprano que tarde sabemos que nosotros, o lo que quede de nosotros, volveremos. Nosotros siempre volvemos. Pero en el mientras tanto, sepan ustedes, que nosotros no olvidamos ni olvidaremos.
Ni al joven padre indignado con su hija en brazos que volvió a creer, en la patria gobernada por Cristina, que la patria era el otro, ni al viejo que volvió a soñar que después de tantos dolores, teníamos patria nuevamente.Ni a los miles de pibes que volverán a marchar contra el olvido este nuevo 24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria.

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