El peronismo de pueblo, como es el nuestro, no tiene riesgo existencial ni desvaríos de identidad porque te tiene a vos, Evita.
El peronismo anduvo por caminos errados y lo arrastraron al fango de la traición y el olvido, una y mil veces. Y siempre estabas vos en la Cruz del Sur para guiarnos y alumbrarnos, Evita.
Rapiñaron tu memoria y tu cadaver y se repartieron la túnica de tu último calvario en el inutil intento de borrar tu nombre, Evita. Pobres de ellos, no te conocían ni nos conocían, Evita.
Creyeron que estabas muerta para siempre. Y siempre estás volviendo, Evita.
En los calabozos de la dictadura un día dibujé tu nombre, Evita. Y soñé con vos. Y me curabas las heridas, me refrescabas la frente cuando echaba fiebre, me decías "vamos, que se puede", me levantabas suavemente por las mañanas y me abrigabas dulcemente por las noches como si fueras mi madre, mi hermana, mi compañera de siempre, Evita.
Hoy andas entre nosotros, Evita.
Anduviste con Néstor bajando los cuadros de los genocidas. Andas con Cristina en la Asignación Universal por Hijo. Andas con los pibes que se multiplican en la militancia. Andas por aca, Evita. Y eso les corroe las tripas a la oligarquía.
Lo importante para el pueblo es que andas entre nosotros, Evita.
Y eso nos hace más libres, más justos, más soberanos, más latinoamericanos.
Feliz Cumpleaños, Compañera Evita, donde quiera que estés.
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