domingo, 30 de septiembre de 2012

Táctica y estrategia en tiempos del 7 D



*Jorge Giles

Estamos todos avisados.  
La derecha está en operaciones. En América Latina y en el mundo entero.
Saquea y reprime en España, Portugal y Grecia. Golpeó en Honduras, Ecuador y Paraguay. Atenta en Colombia y Venezuela. Amenaza en Brasil, Uruguay y en la Argentina.
Para ser más claro: los caceroleros que hoy protestan contra Cristina, los que amenazan de muerte a Guillermo Moreno y los que dieron vergüenza con sus preguntas en Harvard, esa  mezcla de derecha organizada y pavotes útiles, concientes o inconcientemente son parte de la operación y cómplices de la asociación ilícita de la banda de espías conducida por el Tata Yofre e integrada por el periodista de La Nación, Carlos Pagni y por ex servicios de inteligencia devenidos en fisgones de intimidades ajenas.
La nave insignia de esta flota destituyente sigue siendo el Grupo Clarín. Y han puesto proa contra la justicia y contra la democracia, negándose a cumplir con la ley de Medios el próximo 7 de diciembre.
El 7 D que le dicen.
Esta vez, con todas las máscaras caídas, no hay lugar para el análisis psicologista y bien intencionado por comprender “el enojo”  de una “clase media”, que no es tal.
Es tan funcional a esa derecha caer en el juego de la provocación violenta, como ser paternalista y compasivo con los violentos que se manifiestan.
La clase media, sin comillas ni entreveros sociológicos sino con buena leche en serio, se siente parte de este proyecto de país que lidera Cristina.
A ver si nos entendemos.
El consumo de las mayorías, todo bien. Con el turismo, los restaurantes a pleno, los comercios de prendas a lleno, las escapadas al exterior y al interior, los créditos para viviendas y la creciente venta de herramientas y maquinarias para la producción; es lo que compartimos, con sus desniveles, entre todos los sectores sociales.
Los laburantes, los empresarios, todos.
Pero la que consume un poquito y algo más, es nuestra orgullosa clase media.
La que llena teatros y cines, la que defiende los derechos humanos y la escuela pública y la Universidad nacional.
Magneto advirtió este dato y por eso va por ella. La seduce, la babosea, la invita a comer, a bailar y a mirar TN día y noche. Y la llena de miedos.
Pero así como dispara a granel, la derecha tiene blancos selectivos.
Alguna vez fue Miguel Miranda, otra fue José Ber Gelbard y otra, Bernardo Grinspun.  
Esta vez es Guillermo Moreno la presa elegida para disparar a mansalva.
Sólo que esta vez no podrán. Hay suficiente hilo en el carretel nacional y popular.
Piedra libre, Clarín.
Esa derecha, mientras no tenga partidos serios y representativos, está en problemas, imposibles de resolver en un país que asumió para siempre su vigencia democrática. 
Tendrían que tumbar las instituciones republicanas, incendiar las praderas, llenar las calles de cacerolas violentas, golpear las puertas de los cuarteles hoy desiertos de golpistas, desatar rebeliones a favor del dólar libre y el enfriamiento de la economía.
No les duele la inflación ni la inseguridad ni la falta de conferencias de prensa.
Les duele la mayor igualdad e inclusión social. 
La cercanía irremediable del 7 D desató la contraofensiva.    
Vale repasar lo que venimos diciendo desde que nos liberamos del cepo informativo que ejerció Clarín durante medio siglo: el monopolio de Magneto no es la expresión mediática del viejo poder económico concentrado; es el mismo viejo poder envuelto en papel prensa.
Y este gobierno les dijo, nones.
A ellos, a Moyano, a los patrones rurales de Biolcati y Buzzi, al ALCA, al FMI y a todo aquel que arriesgue desconocer la patria soberana que recuperamos desde el 2003.
Cristina, con altura de estadista, viene de clavar la pica allí donde debía: en la capital de la última potencia imperialista. Habló en la ONU, en la Universidad de Georgetown, en Harvard y en todo lugar donde pudo hacerlo, para reafirmar el rumbo que construye esta Argentina.
Fue el mismo mensaje para colonialistas y colonizados.   
La raya está trazada.
“Entre esos tipos y yo hay algo personal”, diría el Nano Serrat manifestando con los indignados en Madrid y en Barcelona.
Después están los otros, los que se rasgan las vestiduras con aires de “centristas”. A ellos habrá que decirles que si el kirchnerismo hubiese entrado en el juego de la confrontación, este país volaría por el aire. Y que si reina la paz social es precisamente porque el medio, el centro, el eje de esta ecuación es el kirchnerismo que no pisa el palito de la provocación.
Saber quién es quién en esta etapa es una conquista revolucionaria para una sociedad como la nuestra, que venía fatigada de repetir ese eterno ciclo entre rebeldía y resignación.
Ahora sabemos quién es Magneto. Sabemos quiénes son los genocidas militares y civiles.
Sabemos quiénes son los intereses que mueven los cacerolazos.
Y eso sirve para que la democracia actúe como debe hacerlo.
Esta verdad, casi de Perogrullo, tendría que evitarnos caer en esa actitud contemplativa sobre las fuerzas oscuras que se mueven.
Que nadie tema nada, porque endurecer la bondad no es actuar en espejo con los violentos. Es caracterizar correctamente la realidad. Es saber que no hay rebelión de “la clase media”. Hay rebelión ilegal del monopolio mediático y de la infantería de espías y tahúres que agitan las aguas para ver si pescan algo.
¿Cuál es la táctica y la estrategia a seguir por los sectores democráticos?
Esa es la reflexión que nos corresponde hacer a todos.
Deberíamos empezar por evitar la fragmentación en cualquier análisis de coyuntura;  porque cuando en tiempo y espacio se juntan diez factores a la vez, ya no hay casualidades sino causalidades.
No hay espontaneismos. Hay una operación de agitación en marcha. Atacan para defenderse. Pero están en retirada. Y eso hay que saberlo apreciar responsablemente.  
Es otro hito en 200 años de historia: el proyecto nacional y popular avanza con el poder del Estado, lo sabe gestionar y utilizar como corresponde, tiene un liderazgo claro en Cristina y cuenta con el pueblo. 
Que es lo mejor que tenemos.

Miradas al sur, domingo 30 de septiembre de 2012




viernes, 28 de septiembre de 2012

Cuando el límite es la vida





Las actividades de la Presidenta en EE.UU., empezando por el discurso en la ONU, pasando por la Universidad de Georgetown y terminando en Harvard, convocan al análisis sereno de todos y cada uno de los conceptos vertidos por Cristina Fernández de Kirchner.
Por otra parte, la ocupación de 34 escuelas secundarias en la Ciudad de Buenos Aires y el indolente silencio por parte del gobierno de Macri, también merecen la mayor atención y preocupación.
Asimismo, el aplauso en las redacciones de los diarios en solidaridad con los trabajadores de Clarín, incluido el masivo aplauso en el 3° piso del mismo diario del  monopolio, demuestra que entramos ya en tiempo de descuento hacia el 7 D. 
Pero una porción violenta de la sociedad produjo nuevamente otra manifestación de intolerancia antidemocrática que nos obliga a reflexionar sobre el asunto.
¿Por qué?
Por que no hay que dejar que crezca el huevo de ninguna serpiente.
La democracia y la memoria colectiva están obligadas a poner el foco allí donde están las madrigueras del odio.
Hablamos de la denuncia que radicaron en Tribunales el ministro Julio Alak y el Secretario de Justicia, Julián Álvarez, por amenazas de muerte contra Guillermo Moreno, adjuntando pruebas que acreditan la virulencia brutal de los denunciados.
Un afiche repulsivo y violento que circuló por Internet, es una de esas pruebas.
Amenazan pasar todos los límites.
Cuando el límite es la vida.
En el caceroleo del 13 de setiembre también vivaron a la muerte como en épocas del fascismo.
Lo hicieron injuriando el nombre de un ex presidente y el de la actual mandataria.
Lo hicieron tildando de “dictadura” a un gobierno que, les podrá gustar o no, es un gobierno de la democracia.
Lo hicieron para el regocijo de periodistas acusados por la justicia de ser parte de una banda de espías y que siguen escribiendo y atacando a la Presidenta con total impunidad.
Es el caso de Carlos Pagni del diario La Nación.
Reflexionemos juntos:
¿Por qué no se producen choques violentos como los que promueven los caceroleros? En nuestra modesta opinión es porque el gobierno respeta a rajatabla el derecho a la expresión y no reprime y porque el amplio espacio social que se identifica con Cristina no cae en ninguna provocación.
En consecuencia es falsa esa burda tesis de algunos periodistas que, creyéndose grotescamente “Samoré”, pretenden poner en pie de igualdad “la violencia de los anti K” versus “la violencia de los K”.
La violencia gestual viene de un solo lado y hay que denunciarla como tal.
Nadie debería estimular semejante odio. Mucho menos la cadena del Grupo Clarín con el pasado que tiene.  
Felizmente, hay un gobierno que garantiza la paz social.

El Argentino, viernes 28 de septiembre de 2012

jueves, 27 de septiembre de 2012

Argentina da cátedra ante el mundo



Si uno se pregunta por el origen de las pasiones encontradas que desata Cristina, una respuesta posible, entre tantas otras, será observar la cátedra que ayer brindó la Presidenta en la Universidad de Georgetown, en los EE.UU.
Por ese motivo la odian unos pocos y la quieren unos muchos.
La brillante exposición que precedió a las preguntas, provocó envidia en algunos y al mismo tiempo, le dio la talla justa de estadista latinoamericana.
El martes habló en la ONU y ayer en la inauguración de la Cátedra Argentina en esa  Universidad.  
Claro que más allá de los esfuerzos del gobierno nacional, el mundo atrasa vertiginosamente.
Y la oposición política y mediática también.
El viejo mundo está en franca caída y seguirá cayendo irremediablemente hasta que los pueblos digan basta y cuenten con un liderazgo político suficiente para imponer otro proyecto de sociedad. 
España, Grecia y Portugal resisten. Sus gobiernos cumplen a rajatabla la Tabla del FMI, Alemania y el Banco Central Europeo.
Es hora de represión, por lo que se ve y escucha.
El saqueo financiero mientras tanto, sigue.
El modelo de Rajoy y sus mandantes es el mismo que aquí promociona Mauricio Macri. No es una ironía ni una chicana barata.  Lo dicen ellos mismos cada vez que se juntan en el espacio internacional que comparten.
No hay que esperar la próxima campaña electoral para escuchar vanas promesas.   
Hay que observar, nada más que observar, lo que pasa en la Ciudad de Buenos Aires con 30 escuelas tomadas y mirar de reojo lo que pasa en España. Por ejemplo.
El pejotismo disidente clavó la aguja de su compás de acción en el pasado más violento de los argentinos. No buscan justicia. Usan un crimen, como el de José Ignacio Rucci, para juntar voluntades por derecha. El eje aglutinador es ese pasado al que nadie volverá. Desde allí rearman fuerzas Moyano, De la Sota, De Narváez y otros para atacar al gobierno de Cristina.
La alianza interruptus del FAP, Solanas y la UCR, también rearma espacio con los ojos en la nuca. Atrasan una eternidad cuando se alinean con las huestes de Macri y el pejotismo, obedeciendo disciplinadamente el mandato de Clarín.
¿Cuál es la propuesta que ofrecen a la sociedad? ¿Que la gente firme “No a la reelección presidencial”? ¿No tienen nada para ofrecer como novedoso, algo para proponer en un país que sigue navegando pese a este mundo sumido en el mayor temporal de la historia?
Menos mal que está Cristina.
“La Argentina es sustancialmente diferente”, afirmó ayer, porque “desde el 2003 se ha logrado la transformación política, económica y social más importante del que se tenga memoria, mida como se lo mida”.
Más que una Cátedra, fue una Catedral.

El Argentino, jueves 27 de septiembre de 2012





miércoles, 26 de septiembre de 2012

Otro mundo es posible y necesario



El mensaje de Cristina ante la Asamblea de Naciones Unidas, fue el de una estadista.
Antes y después, fue el mensaje de la Presidenta de una nación soberana llamada Argentina.  
“No de un cuadro de fútbol”.
Todos deberían reconocer esta cualidad presidencial; si no es por patriotismo, al menos por honestidad intelectual. Si la hubiese.
Abordó los principales temas que hoy conmueven al mundo.
La condena al atentado que le costó la vida al Embajador de EE.UU. en Libia.
La paz en Medio Oriente y el respeto a las decisiones soberanas de sus pueblos como garantía de convivencia.
La crisis económica y política en la Eurozona provocada por las políticas de ajuste antisocial.  
El digno rechazo al FMI por insistir en las recetas ortodoxas que hundieron dramáticamente al mundo en las últimas décadas.
La insistencia en reclamar a los países desarrollados, empezando por los  EE.UU.,  políticas de inclusión social y crecimiento que hagan posible un mundo más justo. 
El enésimo reclamo a Gran Bretaña para que se siente a dialogar por la Cuestión Malvinas en cumplimiento de la Resolución 2065 de la ONU.  
La aceptación del ofrecimiento de Irán para dialogar en busca de esclarecimiento y justicia por los atentados criminales contra la Embajada de Israel y la AMIA.
Fue un discurso para ponerlo en la galería del orgullo nacional.
Se plantó ante los poderosos del mundo y con voz firme y serena les dijo cuán equivocados estaban con sus políticas de ajuste tras ajuste.
Luego se dirigió a los países hermanos del planeta y se comprometió a representar el camino de la paz en el 2013 y 2014 cuando Argentina ocupe un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Y habló de España, la que nos duele en el costado más sensible de nuestra humanidad. Que nos indigna, nos rebela y nos convoca a la memoria colectiva.
Allí está el neoliberalismo de Mariano Rajoy gobernando a golpes de exclusión y represión.
Con una mano golpean a sus pueblos y con la otra salvan a los bancos.
Los bastonazos policiales llovieron sobre los manifestantes que pedían por pan, trabajo y libertad, como en el 2001 aquí.   
Antes que hablara Cristina, en vivo y en directo veíamos en imágenes que llegaban de Madrid las consecuencias de lo que propone en la Argentina, la oposición que encabeza Magneto y esa derecha “peronista” que se niega a aceptar el paso de la historia.
Cualquier excusa les sirve para reflotar el odio.
Como si el pasado no los condenara, allí estuvieron juntos Moyano, De Narváez, De la Sota.    
Pero la única verdad es la realidad:   
21 Escuelas tomadas contra Macri; las ventas en los Super crecieron 12,7 %; la pobreza cayó al 6,7 %.
Y Cristina habló por la cadena mundial.

El Argentino, miércoles 26 de septiembre de 2012



martes, 25 de septiembre de 2012

Dentro de la ley, todo




El 7D expira definitivamente la cautelar de Clarín contra la Ley de Medios.
Ese día cobrará más brillo una pintada escrita en una pared de barrio: 
“Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, Clarín”.  
Hasta esa fecha, el monopolio agitará las aguas, incendiará praderas, quemará los archivos, liberará las bestias del Zoo, desparramará serpientes y culebras en los comités, en las calles y en esa pantalla de TN cada vez más caliente.
De aquí hasta el 7 D la democracia, en cambio, sabrá velar sus sueños, resolver sus querellas civilizadamente, enarbolar sus banderas, cultivar su paciencia, garantizar la paz y la convivencia, acrecentar la producción y el empleo, llenar de violines las tardes y las noches de la primavera, garantizar la Asignación Universal por Hijo, democratizar la palabra, el verbo y la poesía.
No hay nada que temer. Más que de la mentira multiplicada y envenenada de Clarín.  
No tendrán pudores en la campaña corta de acá al 7 D.
No lo tuvieron nunca, menos la tendrán ahora que a la larga noche de la infamia se le viene al galope el Día D de la justicia.
Y anotá este dato: el 7 D no lo puso el gobierno nacional ni el bloque oficialista en el Congreso. Esa fecha límite la puso la mismísima Corte Suprema de Justicia de la Nación.
O sea.
O cumplen con la ley o estan fuera de ella.  
No hay instancia superior ni paralela en la República encontrada.
En la República perdida sí, porque mandaba el monopolio y sus acorazados. 
Pero con Néstor Kirchner y con Cristina, encontramos la política y tirando de ese piolín, apareció la inclusión social, la ley de medios de la democracia, América Latina, el consumo interno, la Historia que nos ocultaron, el orgullo nacional, la patria.
Nada hay que temer, pero se debe estar atento.
Cada titular, cada editorial, cada monólogo de sus lenguaraces, será una trampa y una emboscada. Estamos todos avisados.
Acusarán, dividirán, dinamitarán el honor y la trayectoria de la gente honesta.  
Si el 24 de Marzo es el Día de la Memoria, el 7 D será el Día de la Verdad y la Justicia. Cosecharemos, al fin, la siembra de una política de estado: habrá Memoria, Verdad y Justicia para todos.
En esta democracia nadie tiene coronitas, dijo el diputado Rossi.
Es ahora que termina definitivamente la dictadura cívico militar.
Es ahora que libramos una batalla cultura decisiva para el pueblo.  
Es ahora que Argentina vuelve a dar un ejemplo antes los ojos del mundo.  
Es ahora que las victimas de los crímenes de lesa humanidad encontrarán la paz que les debíamos como sociedad.
Ahora sí seremos más iguales en esta democracia verdadera que brota a cada paso a medida que avanzamos.
El 7D está más cerca. Y es para celebrarlo.

El Argentino, lunes 25 de septiembre de 2012

domingo, 23 de septiembre de 2012

Una larga primavera kirchnerista



Hay varias cuestiones para analizar, tratando de entender lo que nos viene pasando.
El sistema político argentino estalló en diciembre del 2001.
Lo admiten todos los dirigentes partidarios y mediáticos, de la boca para afuera.
Pero resulta que el movimiento nacional y popular, primero de la mano de Néstor Kirchner y después de Cristina, fue el único espacio social que logró reconstruir su tejido, interpretar el momento histórico y transformar la realidad.
Los demás sectores y actores, sin excepción, siguen volando por el aire sin poder dar pie con bola.
Otra cuestión.
El kirchnerismo es la suma de las clases medias, los trabajadores y los sectores más humildes de la sociedad. El proyecto de país liderado por Cristina los amalgama a todos con políticas de gestión de gobierno y con la dinámica que le imprime a la etapa la creciente participación de la juventud.
Sin embargo, o quizás porque saben que esta descripción es la pura realidad, el Grupo Clarín instala la falsa idea que en los cacerolazos “se expresa la clase media” como un todo. Falso de toda falsedad. En esas concentraciones llenas de odio y vacías de propuestas, se expresan las clases más ricas acompañadas, como históricamente pasó, por sectores reaccionarios que por derecha o por “izquierda” aprovechan la volada para subirse a la carroza.
Otra.
En una democracia cada vez más participativa y con un gobierno que representa genuinamente sus intereses y que demuestra tener muy en claro hacia donde va, los pueblos no retroceden. Avanzan siempre. Es entonces cuando la memoria colectiva se expresa en las franjas juveniles y no en la franja etaria más envejecida culturalmente.
El poder monopólico lo sabe y por eso mismo, utiliza la campaña del miedo y el desánimo en los intersticios de cada coyuntura para desbaratar la participación juvenil cada vez más significativa.
Otra.
Las movilizaciones sociales, sean estas pequeñas, medianas o masivas, están en condiciones de mover el amperímetro de la realidad cuando son capaces de entusiasmar a un grueso de la sociedad en torno a tres o cuatro ideas centrales propositivas y superadoras del cuadro institucional que se está cuestionando y condenando.
¿Alguien escuchó alguna idea nueva y superadora de la oposición en sus distintas versiones parlamentarias o caceroleras?
Otra.
La América Latina se mueve desde hace unos cuantos años a esta parte, Lula, Chávez y Kirchner mediante, del centro hacia la izquierda. ¿Cómo correr entonces por esa franja a un gobierno como el de Cristina? De manera tal que los únicos espacios que siguen vacíos para ocupar, son del  centro hacia la derecha. Y siguiendo con este razonamiento, se impone otra pregunta: ¿Dónde está él o los dirigentes opositores con lustre “republicano” que puedan competir con alguna chance en esa competencia?
La derecha agotó su cantera cuando se quedó sin cuarteles, sin la época dorada del neoliberalismo, sin juego decisivo en su entrismo peronista o radical. 
Para peor de males, hoy está bajo la mira de la ley y la democracia su principal conducción: el Grupo monopólico de medios.
No les alcanza con el rezago de los que vendieron su alma al diablo, los ex combativos del sindicalismo, devenidos en burócratas que responden al comité central del Clarín.
Ahora, repasemos.
El kirchnerismo no es un partido político. Es un movimiento forjado por la sociedad en una encrucijada histórica.
Si las revoluciones se producen en los callejones sin salida, como decía Bertolt Brecht, Néstor Kirchner fue el que mejor comprendió por dónde se salía de esos callejones en los que estaba la Argentina a finales del siglo XX y principios de este. Por eso salimos del encierro y la crisis terminal de aquel capitalismo prebendario y financiero del 2001.
Y allí ya no se vuelve.
La oposición plantea, como un eco vago de Clarín y La Nación, volver como si nada a ese pasado.
El movimiento nacional, popular y democrático combina tres factores que, al estar en armonía, resultan imbatibles si no se pierde la paciencia ni se asusta nadie en la primera de cambio.
Tiene el mejor y más representativo cuadro dirigente del país; hablamos de Cristina, obvio.
Tiene el mejor y más cohesionado equipo de gobierno para la etapa.
Y tiene razones muy profundas para seguir ganando, como lo viene haciendo, la batalla cultural del Bicentenario.
Pase y compare, como dicen los carteles de las tiendas.
¿Dónde está el dirigente lúcido que ofrece la derecha para competir en democracia, es decir en las urnas?
¿Dónde está el equipo opositor que gobierne mejor que el gobierno kirchnerista? ¿El rejunte del naufragio de la Alianza radical? ¿El rejunte del menemismo duhaldista y el macrismo que no acierta una en la única ciudad grande que gobierna?
¿Y dónde están las razones ideológicas, políticas e históricas que asisten a los movidos y promovidos por Magneto y el diario de los Mitre?
No habrá esta vez otra batalla de Caseros.
Esta vez es cultural la batalla. Se trata de confrontar civilizada y democráticamente, ideas, argumentos y vivir cada día mejor que el anterior.
De eso se trata. De vivir mejor. En una sociedad mejor. Más igualitaria. Más justa y soberana. Más latinoamericana. Y en eso el kirchnerismo le saca varios cuerpos de ventaja a la oposición al saber leer correctamente el proyecto de país que le hace bien a la Argentina.
El kirchnerismo, mal que les pese a algunos, no está enamorado de manera narcisista del  proyecto de su ombligo partidario.
Un dato que lo ilustra: mientras la oposición suma a los Moyano, el gobierno propone a Martín Sabbatella.
Vaya con la diferencia.  
La oposición irá de tumbo en tumbo hasta que pueda encontrar un sistema de ideas más complejas en términos políticos y las pueda expresar sencillamente en un nuevo espacio democrático electoral que lo vuelva comprensible para un conjunto social.
Hasta que ello no ocurra, la democracia seguirá fortaleciéndose como hasta ahora, en torno a un modelo de desarrollo inclusivo y a un proyecto de país integrado a la región. Y de eso se hace cargo el gobierno de Cristina.  


Miradas al Sur, domingo 23 de septiembre de 2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

La consagración de la primavera



Llegamos. Es primavera y todo lo demás puede seguir esperando.
Mal que le pese al general invierno y su infantería, este país nació para seguir naciendo en cada primavera.
Si esta prosa pudiera llenarse de pájaros y flores, dejaría por el aire y por las calles una canción de amor y pueblo.
Con eso alcanzaría para seguir andando.
La Presidenta encabezó el acto de presentación de una nueva fase del Plan PROCREAR.
Con terreno o sin terreno, habrá viviendas para todos, que de eso se trata.
Es como decir, un país para todos.
Porque si hay una razón para vivir, esa es la casa de uno; con su familia, con su balcón o su patio, con su ventana al cielo, con sus libros, con su mesa y su escritorio.
Con sus afectos valorados en cada metro cuadrado.
Allí está la noticia y el mensaje de la Presidenta ayer por la tarde.
Ese es el camino.
“Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”, decía Neruda en sus 20 Poemas de amor.  
Claro que no dijo lo mismo Cristina en su discurso.
Pero al hablar de nosotros, los argentinos, con nuestras virtudes y nuestras miserias, hablaba del país que florece como los cerezos en la primavera.  
Nos anotamos en la lista que sólo frunce el ceño ante las injusticias y guarda memoria de sus propias raíces.
Habló del sentido de pertenencia y del orgullo de sentirnos parte de un país que se integra mientras crece.
No como aquel país que dejamos en la antigüedad, antes de Kirchner, que se desintegraba mientras más se achicaba.
La multiplicación del ladrillo habla de una Argentina que crece y se iguala socialmente. Como este récord en la venta de autos cero kilómetros.
Como el Presupuesto presentado ayer en el Congreso y que habla de crecimiento, no de empobrecimiento.
Como saber que los organismos internacionales calificaron al país como el segundo en la región en el rubro Inversión y Desarrollo social.
Como las reservas hoteleras para este fin de semana largo.
Como sacar dinero del cajero y acunar entre las manos un billete de cien pesos con la cara de Evita.
Como declarar el acceso al agua potable un derecho humano fundamental garantizado para todos y no una mera mercancía, como dijo ayer Abal Medina.
Por eso, cuando usted vea hoy a los 17.800 ciudadanos que participarán del tercer sorteo de viviendas del programa PROCREAR, acuérdese de dónde venimos los argentinos y tenga un momento para repasar las noticias que llegan desde afuera.
Por ejemplo, que en España el desempleo se multiplicó por cuatro desde que estalló la crisis.
Nuestro modelo de país es otro, pero el planeta es el mismo.  
Como decía Bertolt Brecht: “Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa”.

El Argentino, viernes 21 de septiembre de 2012


jueves, 20 de septiembre de 2012

Reparación, memoria y utopías




Habló la Presidenta.
Se reparan derechos por accidentes de trabajo. Se redireccionan los subsidios del Estado. Se protege la industria y la producción nacional.
O sea.
La vida continúa por su cauce natural. 
La política llegó para quedarse en esta democracia cada vez más participativa.
Surgen nuevos estrategas políticos. Y eso está muy bueno.
Como en la Selección de futbol, todos somos DT.
O entrenadores de box, ahora que descubrimos a Maravilla Martínez.
Lo raro es que después del último cacerolazo algunos salieron a advertir sólo al kirchnerismo y no a los violentos que ese día se manifestaron libremente.    
Es raro.
El gobierno no habló de ninguna reforma constitucional, pero por las dudas dicen  “No”.
No habló de la reelección, pero por las dudas dicen “No”.
No reprimió a los caceroleros, ni los prohibió, ni los insultó, ni organizó contramarchas, pero por las dudas le advirtieron que estaría mal…si así lo hiciera.
Es raro.
La Presidenta dijo a sus funcionarios que antes de temer a otros poderes ajenos a su función, debían tenerle un poquito de miedo a ella que fue quien los nombró.
Pero el Grupo Clarín recortó la frase y derramó veneno sobre la población.
Lo raro es que lo crean los valientes y se hagan cargo del supuesto miedo.
El gobierno demuestra que pone en caja a los poderosos que manejaron a su antojo el país, que incluye a los humildes, que tiene políticas de ampliación de derechos para las clases medias y que no reprime.     
Pero por las dudas, le advierten que ni se le ocurra “atacar” a nadie.  
Parece demostrarse una vez más que cuando la reacción ataca a un gobierno popular, los sectores más vulnerables, política e ideológicamente hablando, no son los más vulnerables socialmente, sino al revés.
Son quienes presumen de más esclarecidos los que dan un falso alerta para que “nadie haga olas”.
Por el contrario, los sectores sociales más humildes, son los que asumen el proyecto de país desde la propia piel y construyen su propia identidad mirando sabiamente cómo se mueven los enemigos de la democracia en cada coyuntura.
Saben perfectamente que atacan a su gobierno no porque falle en su comunicación o altere el ánimo de los más gorilas, sino por el acierto de sus políticas de reparación y soberanía.
“No nos critican por nuestros errores sino por nuestros aciertos”, decía Néstor Kirchner. 
Ayer comenzaron las audiencias por el voto a los 16 años.
La memoria de un pueblo no está alojada en el hipotálamo de la franja etaria más envejecida, sino entre los más jóvenes.
Un pueblo tiene memoria cuando los pibes levantan las banderas.     
Permiso maestro Galeano:
Como la utopía, la memoria sirve para eso. Para seguir caminando.

El Argentino, jueves 20 de septiembre de 2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Las barbas y algo más en remojo



Y no sólo por la lluvia.  
Es que a medida que se conocen los detalles del procesamiento de la banda de espías y periodistas que interceptaban los correos electrónicos de la Presidenta y otros funcionarios, el escándalo crece.
Menos para La Nación y Clarín.
Están hasta las manos: el Tata Yofre, Carlos Pagni, Roberto García y otros miembros de la asociación ilegal descubierta por la justicia federal.
Lo increíble es que Pagni publicó ayer su columna habitual en La Nación, como si nada.
Y mire qué detalle: los nombres que utilizaban para almacenar lo espiado y traficarlo después, tienen reminiscencias nazis.
O sea.
¿“Republicanos” para escribir, “nazis” para vivir?    
Los diarios del mundo titularon ayer como “catástrofe política” la que atraviesa el candidato republicano a la presidencia de los EE.UU., Mitt Romney.
Es una perlita.   
Resulta que el conservador que competirá en las próximas elecciones de noviembre fue grabado cuando decía que a Obama le apoya ese porcentaje de la población que vive del Estado, que reclama viviendas y que la salud y la educación sean públicas y gratuitas.
“Mi trabajo no es preocuparme de esa gente. Nunca los voy a convencer de que tienen que asumir sus propias responsabilidades. Son veteranos de guerra que cobran pensiones y ayudas, jubilados que reciben beneficios sanitarios, brillantes estudiantes de clases medias a los que el Estado respalda con becas y créditos, incluso empresarios y jóvenes emprendedores, que reciben reducciones fiscales y otro tipo de compensaciones para sacar adelante sus negocios. Por no mencionar a las millones de personas que, por distintas razones, precisan de la ayuda del Estado para comer”.
O sea.
Romney acusa a Obama de ser kirchnerista.
Es muy interesante observar cómo estas declaraciones hoy son un revulsivo, cuando antes eran la biblia del neoliberalismo. 
Romney dice lo que impulsa el FMI en todo el mundo.
Menos acá, donde el único que les sigue temiendo es Bonelli; ahora defraudado porque no hubo sanciones al país como su diario preveía. 
Muy lejos de ese infierno, el Jefe de Gabinete, Juan Abal Medina, brindó una conferencia junto al ministro Barañao,  Damián Loreti y Axel Kicillof para dar a conocer “El Informe Mosconi”.
Todo lo que usted debe saber sobre la recuperada YPF, está allí.  
Como ellos dijeron: “Es un informe histórico”. Revela los datos secuestrados por Repsol sobre el proceso de vaciamiento productivo de YPF.
Empresarios ricos con empresa pobre. La receta de los años 90.
Es el Informe Ratenbach sobre el saqueo energético.
Fin de ciclo: los opositores deberían poner las barbas en remojo y revisar el discurso que les da Magneto.
Pensando en Romney.
Digo.

El Argentino, miércoles 19 de septiembre de 2012

martes, 18 de septiembre de 2012

Como el agua y el aceite




Dos noticias sacudieron ayer el ambiente político y mediático.
Dos noticias que son como el agua y el aceite. Contrapuestas. Antagónicas. Irreconciliables.  
Vayamos al grano y empecemos por la buena.
La Presidenta de la Nación propuso de candidato a integrar el Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, AFSCA, a Martín Sabbatella.
Intendente de Morón durante dos períodos y actual diputado nacional, Sabbatella es la expresión de lo nuevo en la política argentina: claridad y honestidad en su trayectoria pública, credibilidad personal, experiencia de gestión y por sobre todo, un militante de la palabra y de la acción.    
Las suyas son cualidades imprescindibles para encabezar este tramo del proceso histórico en la democratización definitiva de los medios.
La decisión presidencial fortalece la convicción que estamos en una nueva época signada por la transparencia en la gestión de lo público.
Pero algo más: es la política quien conduce el cambio de época.
Y esta postulación lo corrobora.    
La otra noticia está llena de mugre, de miserables, fisgones, ladrones de intimidades,  espías de morondanga, falsos profetas del republicanismo y que demuestran conformar apenas, una asociación ilícita de espionaje local.
Hablamos del procesamiento dictado ayer por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado contra las personas involucradas en lo que el Fiscal Basso llamó “un microemprendimiento criminal”.
Espiaban correos electrónicos y al parecer también comunicaciones telefónicas de funcionarios del gobierno nacional, entre ellos la mismísima Presidenta de la Nación,  para luego ser utilizados como insumos básicos de información y análisis. 
El jefe de la banda, según la jueza, sería Juan Bautista Yofre, el ex jefe de la SIDE en tiempos de Menem, escritor especializado en Terrorismo de Estado y afines y lanzado a las aguas del periodismo político.
Pero hete aquí que otro de los procesados es Carlos Pagni, columnista estrella de La Nación, conocido por sus ataques permanentes al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Y otro es Roberto García, que pasó por el diario Ámbito Financiero y actualmente se desempeña en Perfil, de Jorge Fontevecchia.
¿Le suena?
La causa maduró un tiempo largo y prudente.
Reunidas las pruebas, la justicia habló.
Le proponemos hacer este ejercicio con nosotros:
Leer la historia de vida de Martín Sabbatella y compararla después con la de estos espías disfrazados de periodistas, seudos jueces de la vida ajena, ladrones de informes que podrían afectar las relaciones externas, la economía y la seguridad de todos los argentinos.
Perdón Discepolín.
Pero esta vez los inmorales no nos han igualado.    

El Argentino, martes 18 de septiembre de 2012

lunes, 17 de septiembre de 2012

Argentina a cielo abierto



El país real se muestra a cielo abierto con sus virtudes y sus miserias.
Menos mal que en esta etapa abundan más las virtudes.
Vayan pasando, amigos, que hay lugar para todos.
Con una condición: con las Madres no se metan.
Y otra más: termínenla con eso de manosear la memoria de nuestros muertos queridos y humillar la condición de mujer de la Presidenta.
Y otra más: nos vemos en las urnas.
Vos sabes de qué te hablo.
Tirame un argumento que me haga pensar, aunque me duela. No importa que contradiga la última de mis convicciones. Sólo tirame una idea, una propuesta, algo que se pueda debatir en democracia.
No les sirve tanto odio ahora que no están blindados, aunque estén acuartelados en la tapa de Clarín.
Nos conocemos todos.
Las mayorías populares aprendieron hace rato la lección de la historia.
Esta vez no pisaremos el palito.
Nadie de esta multitud que hoy gobierna caerá en el juego de la provocación.
Nadie retrocederá un milímetro en su amor por Néstor y Cristina, por las Madres, por los pibes de los barrios bajos.
Nadie desarmará la hermandad de la Unasur ni el Mercosur.
Nadie se olvidará que en su calendario hay una fecha crucial para el dolor que es el 27 de Octubre.
Y nadie faltará a la fiesta de la democracia del próximo 7 de diciembre cuando la Justicia haga cumplir la ley al poderoso monopolio.    
La Presidenta inaugurará la “Cátedra Argentina” en la Universidad de Georgetown, en los EE.UU.
Allí donde antes nos chiflaban por “negros, peronistas y sudacas” ahora escucharán disertar a una estadista argentina.
Pa’ que bailen los muchachos.
¿Y por casa cómo andamos?
Veníamos hablando de los trabajadores que recuperaron el empleo, de las Paritarias, del salario más alto en toda la región, del aumento en la Asignación Universal, de la movilidad jubilatoria.
Hablemos un poco de la clase media y el virtuoso momento por el que atraviesan.
Si hasta viajaron de a miles para alentar al Campeón Sergio Maravilla Martínez.
¿No era que no se podía salir del país por la falta de dólares?
Ayer se conoció esta buena noticia:
Más de un millón y medio de argentinos viajó al exterior en los primeros siete meses del año, lo que significó un crecimiento de 18,5 % en comparación con el mismo periodo de 2011.
Gastaron en el exterior casi 2.000 millones de dólares, o sea, unos 9.320 millones de pesos.
Es decir, el nuevo esquema cambiario no impidió que los argentinos viajen y gasten más que el año pasado.
Pasa que la crisis mundial obliga al gobierno a cuidarnos la patria, ¿viste?
¿No es para que celebremos juntos, los que hacen turismo en el exterior, los que vamos a  Tecnópolis y los que visitan el santuario del Gauchito Gil?
Si aquí cabemos todos…

El Argentino, lunes 17 de septiembre de 2012


domingo, 16 de septiembre de 2012

La larga caminata de los argentinos




El país se compone de partes diferentes.
Cuando esas partes entran en combustión, la historia se acelera.
O avanza o retrocede.
O más inclusión social o más exclusión.
Dependerá de la relación de fuerzas en cada etapa.
Es lo que viene ocurriendo en la Argentina.
Con este prisma analizamos la marcha de las cacerolas por un lado y la marcha del proyecto de país que conduce Cristina Fernández de Kirchner, por otro.
Escapamos así de la pereza y la languidez dulzona de meter la cuchara siempre del lado presuntamente más “republicano”, ahorrando los lugares comunes de un “consensualismo” que resulta siempre estéril e impotente.
Donde hay tensión, hay vida. Donde hay conflictos de intereses, hay política.  
Lo contrario sería retornar al tiempo donde la democracia estaba atada al corral de los poderosos y sólo se nos permitía acercarnos para fotografiarla o muy de vez en cuando, sacarla a bailar.
Esta vez la democracia está libre de ataduras y camina descalza por las calles del pueblo con la melena al viento.
Todos estamos libres de ataduras.
Hasta los fisgones y miserables que dibujan tapas misóginas, reaccionarias y violentas. Hasta los dueños del monopolio Clarín que se pasan por el traste los mandatos de la ley y las resoluciones de la Suprema Corte.
Son todos libres, sin miedo a nada ni a nadie.
Hasta los que piden “seguridad y libertad”, pero convocan a la muerte de “los aborrecibles K”.   
Esa parte de la querella histórica tiene fecha de vencimiento el 7 de diciembre próximo. Por eso agita las aguas y las contamina de pirañas para intentar un último mordiscón contra la larga mano de la justicia.  
Por eso no es cierto que haya sido una movilización espontánea, con el mismo odio, el mismo desprecio de clase, la misma consigna nazi-fascista maquillada levemente de “libertaria” para pedir como lo hicieron que se vayan “los negros”, “los vagos”, “los peronchos”, “los que quieren que se vote a los 16”, “los que viven fácilmente del subsidio de la Asignación Universal por Hijo”.
El verdadero Estado mayor de la reacción en este país nunca estuvo en el edificio de Paseo Colón o en una guarnición militar. Estuvo en la Sociedad Rural, las oficinas de La Nación y en las últimas décadas, allí donde vomita fuego el diario Clarín y sus repetidoras de radio y TV.
Esta última es la nave insignia del contra ataque opositor. Desde allí operan y construyen eso que llaman maliciosamente “la opinión pública”. Desde allí instruyen a sus gerentes políticos, sean células activas o dormidas, a desatar temporales o pintar de “pacifista” y “dialoguista” a Macri.   
La gente fue movilizada porque Magneto tuvo la habilidad y la contundencia de saber  tocar la víscera sensible de esa parte de la sociedad que en todo tiempo y lugar de nuestra historia se caracterizó por su desprecio a todo lo que huela a nacional y popular.
Lo hicieron los medios hegemónicos de turno contra Yrigoyen, Perón e Illia. Y ganaron. Los tres fueron derrocados por las fuerzas cívicas militares en cada instancia.
Y aquí empiezan los dilemas y problemas acuciantes para la recomposición del cuadro deseado por el monopolio.  
Porque hoy carecen de jefes de cuarteles y lo que es peor, carecen de jefes de comités.
En consecuencia, se da la paradoja que esa multitud convocada y estimulada por el monopolio, es útil para golpear y provocar ruidosamente en las calles, pero sin capacidad ni voluntad para alumbrar desde el odio una dirigencia que lo represente. Sólo cerraría la ecuación con Magneto candidato. ¿Se animará? Si Berlusconi lo hizo en Italia, ¿porqué no?
Esa gente que cacerolea interpela a  sus potenciales representantes, los políticos de la oposición, marcándole el carril por donde deberán correr: por la derecha. Siempre.
Al gobierno de Cristina no lo interpela, sino que lo acusa, lo agrede, lo combate, quiere que se vaya, la odian, no la pueden ver siquiera.
Hay lúcidos intelectuales que claman “por saber escuchar y responder a esas demandas del jueves 13 de setiembre”.
¿Cuáles demandas? ¿Que se devalúe el peso y se libere el dólar? ¿Que se abran todas las importaciones y no se cuide el ahorro de los argentinos ni el producto ni el empleo nacional? ¿Que se indulten y liberen los genocidas presos? ¿Que se anulen las conquistas sociales de los últimos años? ¿O no eran esas las demandas escuchadas?
Hacer un análisis correcto supone admitir que el proyecto de país que hoy nos gobierna, genera reacciones y tiene los enemigos que le corresponden.
Cada vez que se tocan intereses poderosos, cada vez que los jóvenes, las mujeres, los excluidos, los diferentes, bailan con la democracia a tiempo completo, cada vez que se avanza en la redistribución del ingreso, suceden estas cosas. Y habrá que estar preparados para defender con argumentos tan sólidos como el cemento y el hierro de los puentes y caminos que se construyen a diario a lo largo y ancho del país, el proyecto de país en desarrollo.
El tiempo, como valor de reserva, hay que administrarlo correctamente.
Esos opositores al modelo nacional se han lanzado a correr una maratón de 100 metros llanos. Precisan velocidad y el reloj les juega en contra. Corren en defensa de sus privilegios y motivados por sus viejos odios de clase.
Por el contrario, el pueblo y su gobierno protagonizan una caminata de largo aliento, infinita casi, de relevo de postas, al trotecito a veces, al galope otras. Caminan para construir un país más justo, más democrático, más inclusivo, más integrado a la región.
Seamos claros: los que gatillan cacerolas, no son un desgaje del campo popular.
Son su antítesis. Son tropa de las minorías reaccionarias manifestando su desesperación por ser concientes que están en una encrucijada: sus antiguos prusianos son ancianos condenados por crímenes de lesa humanidad; sus políticos están fuera de estado para representarlos y su jefe mediático, tiene plazo hasta el 7 de diciembre para cumplir la ley.
Y ese día sí que se termina la última guarida de la serpiente del miedo.
La relación de fuerzas favorable al pueblo, llegó para quedarse.   

Miradas al Sur, domingo 16 de septiembre de 2012