jueves, 20 de diciembre de 2012

Otro claro día de justicia


Una vez más la historia juega con las paradojas.
La ejemplar condena con que la memoria, la verdad y la justicia mandaron a la cárcel a los genocidas del circuito Camps, sucedió el mismo día en que algunos desmemoriados llenaron de vergüenza una Plaza de Mayo vacía de trabajadores. 
Y mientras la Fragata Libertad se alzó a la mar rumbo a la patria llevando a bordo un puñado de hombres que representan nuestro orgullo nacional, los opositores se empeñaron en mostrar que elaboran sus iniciativas encerrados en otra “fragata”: la de  una antigua caja de fósforos.
La marcha opositora, lejos de castigar al gobierno como pretendían sus  convocantes, castigó la memoria de los muertos el 19 y 20 de diciembre de 2001.
Cayeron muy bajo.
Los reprimidos en aquel entonces repudiaron a esa caravana donde se mezclaron sindicalistas con políticos opositores.
Algunos dirigentes se tornan  más patéticos en la medida que deben confrontar con la realidad.
Son como esas piezas de museo que, puestas al sol y al aire, se descomponen.
Lo sufrido por el centenario partido ante la marcha de Moyano, Michelli, Barrionuevo y Buzzi, es un remedo de lo que vienen experimentando desde hace mucho tiempo otras fuerzas políticas opositoras. Tal el caso del FAP que lidera Hermes Binner.
Lo importante es que la nave va.
El gobierno usó el per saltum para pedirle a la Corte Suprema que falle de una vez, certificando como ya lo hizo, la constitucionalidad de la ley de medios de la democracia.
Esperemos que la naturaleza de la vida republicana no siga siendo violada por el Grupo Clarín y sus eternas artimañas judiciales.
Mucho menos ahora que el jurado de La Plata los dejó en la antesala del juicio por Papel Prensa.
La nave va y el Congreso trató, no sin algunos reparos opositores, la nueva Ley de Trata con sus modificaciones. Es otra buena noticia.  
Es de esperar que ahora los proxenetas no presenten cautelares ante jueces amigos.
La nave va y el gobierno declaró el 2013 como “Año del Bicentenario de la Asamblea General Constituyente de 1813”.
Será una linda oportunidad para profundizar nuestra democracia en todos los planos de la vida, especialmente en la justicia.
La Asamblea del Año 1813 fue la que proclamó la abolición de la inquisición y las torturas, la supresión de todos los títulos de nobleza, eliminó el mayorazgo y la explotación de los indígenas, suprimiendo la encomienda, la mita y el yanaconazgo. Puso fin al tráfico de esclavos y estableció la libertad de vientres; se proclamaron nuestros símbolos patrios: el Escudo y el Himno Nacional y se dispuso crear la moneda nacional.
Honrar la historia de la patria, es poder mirarnos en aquel espejo. 

El Argentino, jueves 20 de diciembre de 2012

1 comentario:

Comandante Cansado dijo...

Tenés por supuesto mucha razón.