martes, 11 de diciembre de 2012

La democracia no tiembla, late





Sucede vertiginosamente.
*La Corte rechazó el per saltum del gobierno aduciendo cuestiones instrumentales. ¿Sabrán que el tiempo es finito?    
*La oposición respondió al llamado del Grupo Clarín y conformó una “Unión Democrática”, vuelta y vuelta.  
Ganan tiempo; pierden legitimidad.
*Dignos jueces y fiscales se convocan exigiendo liberar la Justicia de las corporaciones económicas.
La naturaleza del poder está a la vista gracias al 7D.
De un lado, el pueblo y la democracia.
Del otro, el monopolio y el poder económico parasitario.  
Llamemos a las cosas por su nombre: parasitarios.  
Cuando la Plaza de Mayo se da el lujo de citarse con la historia, permite que se la aprecie en toda su inmensidad y luminosidad.
La Plaza del 9 de Diciembre, con medio millón de almas, fue una de ellas.  
Hablemos de su luminosidad porque nos permite alumbrar sus circunstancias.
*La convocatoria se dio tres días después que el andamiaje democrático de la ley de medios recibiera un artero golpe judicial: el fallo prolongando la cautelar a favor del Grupo Clarín.
Ese fallo tuvo dos efectos inmediatos:
1.- Terminó de hundir en el descrédito a una justicia y a una oposición que en cada encrucijada optan por estar amparados por la tapa de Clarín antes que por un pueblo que se manifiesta a cielo abierto. Renunciaron a su razón de ser como expresión de la democracia.
2.- Lejos de causar el estrago desmoralizador y desmovilizador que los opositores supusieron iba a causar el fallo corporativo de los jueces denunciados, el gobierno revalidó su título de garante de la democracia con el pueblo en las calles.
La multitud tuvo varios componentes, armónicamente complementarios.
Estaban las coloridas y nutridas columnas de las principales organizaciones políticas, sociales y sindicales que se identifican con el proyecto de país que lidera Cristina.
Estaba esa infinidad de pequeños agrupamientos de productores, artesanos,  profesionales, de radios comunitarias, centros culturales y barriales, agrupaciones estudiantiles, artistas y murguistas. 
Pero la mayoría lo constituyó ese colectivo de familias enteras y bandadas de jóvenes que portando pequeños carteles hechos en casa, no paraban de vivar a la Presidenta.
El repudio a Clarín y el apoyo a Cristina, prevalecían en esas expresiones.  
El discurso presidencial se llevó todos los aplausos y emociones.
La hondura del mensaje merece un análisis particular.
Subrayamos la alegría, la abrumadora chiflatina contra la corporación judicial y la ovación conmovedora a tres presidentes de la democracia: Alfonsín, Kirchner y Cristina.
Señores jueces: Antes de fallar nuevamente, escuchen esa Plaza.
La democracia no tiembla, late. 

El Argentino, martes 11 de diciembre de 2012

No hay comentarios: