domingo, 11 de noviembre de 2012

Acá también lo mejor está por venir




Habría que analizar la movilización del 8N en el contexto político histórico que lo abarca y lo explica.
¿Es acaso distinto ese contexto con el que explica el proceso que nos lleva ahora vertiginosamente al 7D? Creemos que no. Que uno y otro son el anverso y reverso de una realidad argentina absolutamente inédita en estos 200 años de vida.   
Deberíamos evitar tanto la superficialidad del menosprecio ramplón, como la sobrevaloración de una movilización opositora, que aunque acéfala, reunió unas 95 mil personas en la Capital Federal, casi 50 mil en la provincia de Bs. As. y poco más de 115 mil en todo el interior del país. Son datos reales.
Nos anima indagar en qué punto de la historia estamos y hacia dónde vamos.
Creemos que la masividad del 8N obedece centralmente a dos razones: a la explícita convocatoria realizada por Clarín y sus repetidoras y a que las políticas de gobierno afectan directa o indirectamente, cada vez más, a los sectores sociales  acostumbrados a ser los privilegiados del país injusto.  
Si nuestra alegría es que haya más y mejor Estado, es al mismo tiempo la razón del odio de los  caceroleros.  
No es una obviedad. Por que sería muy distinto si la razón del enojo colectivo fuese el incumplimiento del gobierno con lo pactado en el contrato político firmado en las últimas elecciones.
Pero las voces escuchadas en la marcha, expuestas por la digna tarea de la periodista Cynthia García del programa 6,7,8 de la TV Pública, dan prueba que la principal razón que estimuló la marcha fue el rechazo puntual al rumbo político plebiscitado con el 55% de los votos hace apenas un año.     
Cristina es leal a ese mandato y la oposición no se banca esa lealtad.
Comprender esto es empezar a entender que confrontan, previsiblemente, las dos miradas que surcan toda nuestra historia.
Algunos podrán resumirlo en centroizquierda versus centro derecha. Otros en país inclusivo versus país excluyente. Otros en Democracia versus Corporaciones.
Así como ayer nomás, fue Patria sí Colonia no. O Liberación o Dependencia.
La historia no se repite, avanza.
Pero claro, el avance es desigual entre los grandes conglomerados espaciales que se mueven.
El proyecto nacional y popular aprendió con creces de sus propias carencias, errores y dolores.
Aprendió a unirse y organizarse.
Reafirmo su convicción que el “ojo por ojo, diente por diente” es cosa de los bárbaros que hablan en nombre de la civilización.
Y por eso no hay violencia ni represión en las calles.
La capacidad de asimilación de cada golpe recibido, de cada ofensa, de cada corrida cambiaria, de cada movida destituyente desde el 2008 a esta parte, es directamente proporcional al salto cualitativo que experimentó el movimiento popular en estos años. Y esa virtud hay que ponerla en valor y traducirla en categoría política. Por que justo es que se reconozca que no siempre fue así.  
La que no avanza en ningún terreno, es la derecha en la Argentina.
Como si su falla de origen signara su destino, irremediablemente.
Nació y creció con represión, con golpes cuarteleros, con genocidios, con el poderoso argumento del sobre de dinero. O la tapa del Clarín.
La historia dice que su hora de baño popular fue cuando logró penetrar al peronismo de Menem. Pero esa fue una excepción, no la resultante de un trabajo propio.  
Quizá eso explique que esta sucesión de marchas y cacerolazos sean una sombra errante en busca de un cuerpo que las contenga y refleje.
Los desconcierta, además, enfrentar a un gobierno peronista de centroizquierda que defiende sin dudar sus convicciones y que, además, gestiona muy bien.
El latiguillo de la inseguridad, del aislamiento internacional, de la inflación y la “mentira” como recursos de ataques, son muy pobres para que puedan avanzar.    
La Argentina es el país más seguro de toda la región.
¿Sabrán que la región metropolitana tiene, por cada 100 mil habitantes, un índice de criminalidad del 0,8 % contra el 1,5 de Quebec, que es considerada la ciudad más segura de la segura Canadá?
¿Sabrán que según la CEPAL, de las Naciones Unidas, la Argentina es en toda la región el primer país en inversiones extranjeras y el de más alto desarrollo económico social relativo?
¿Sabrán que la inflación marcha muy atrás de la recuperación de derechos sociales recuperados, del crecimiento industrial, del empleo y del mejor salario latinoamericano en capacidad adquisitiva, como es el salario de los argentinos?
Posiblemente lo sepan y ese sea el disparador de tanto odio acumulado.
El guión de la “mentira” es obscenamente el contraataque del “Clarín miente”.
Como si la contraofensiva de la corporación mediática pretendiera resignificar los términos populares en defensa propia. Toman los cascotes que caen sobre su azotea y los disparan contra la democracia.
Darían risa si no hubiese una historia trágica por atrás.
El comité central de Magneto demostró tener capacidad de convocatoria y formateo contracultural de miles de personas, pero agotó sus fuerzas, ya no para poder construir, sino siquiera para ejercer poder de daño.
Y sin capacidad de daño, el lobo pierde los colmillos.
La movilización dejó al desnudo la orfandad de fuerzas opositoras. Nadie, absolutamente nadie, pudo capitalizar esta energía negativa desplegada el 8N.
Entraron a la fase final de su propio calvario. Y no lo reconocen.
Cacarean en los estudios de TN como si jugaran al gallito ciego sobre un precipicio.
Su ciclo finalizó en el 2001. Y no supieron, no pudieron o no quisieron entenderlo así.
Mal que les pese, lo nuevo ya nació y se llama kirchnerismo o como se llame el proyecto de país que lidera Cristina.
Y lo viejo, es apenas un alma en pena.   
Vaya paradoja: la marcha opositora fue una reafirmación de la plena democracia y   plena libertad de expresión que hoy existe en la Argentina.
Ya llegará el momento de las urnas, que son el único medidor de la relación de fuerzas en una sociedad democrática como la nuestra.
Mientras tanto, dirimen fuerzas la voluntad de cambio contra la voluntad del atraso.
El 7D lo expresará mucho mejor.  

Miradas al Sur, domingo 11 de noviembre de 2012

1 comentario:

JOSE dijo...

PORQUE ESTA GENTE SE CREE CON DERECHO DE DECIDIR SI EL 55 % QUE LOGRO NUESTRA PRESIDENTA SIRVE O NO SIRVE ??? QUIENES SON??? BASTA DE PAVADAS, LOS GOBIERNOS LLEGAN POR LOS VOTOS, BASTA DE DESTITUYENTES!