miércoles, 6 de junio de 2012

El cartel que faltaba



“Libertad a Videla y a todos los presos del kirchnerismo”
Faltaba ese cartel en los cacerolazos de la semana pasada.  
¿Se animarán a llevarlo la próxima vez?  
¿O algún desprevenido puede creer a esta altura del camino que el lockout de la patronal rural, la sedición del Grupo Clarín y los cacerolazos de Cecilia Pando no tienen como meta el indulto final a los genocidas?
Hay que decir las cosas como son. Al pan, pan y al vino, vino.
El diario mitrista La Nación publicó ayer la violencia explícita de los patrones rurales que responden a la mesa de enlace encabezada por Hugo Biolcati y Eduardo Buzzi. Pararon los camiones en la ruta, los estacionaron en la banquina y a renglón seguido, a los camioneros que solicitaban seguir su marcha, les abrieron la boquilla de la carga y tiraron los granos sobre el asfalto.
Esta medida extremista fue resuelta por dirigentes de la Federación Agraria.
¿Cómo se llama esto, Buzzi? ¿No es violencia? ¿No es saqueo? ¿No son asaltadores de caminos los que actúan así? 
Esta nueva oligarquía representa el 2 % de la población rural, el 2 % de lo que recauda el fisco, el 2 % de la opinión pública, pero sin embargo, ganan 2.000 % más que cualquier ciudadano de a pie.
Los motivos de este nuevo lockout no pasan por un pliego de reivindicaciones sectoriales sino por querer voltear este modelo de país inclusivo que gobierna el país desde el 2003, reemplazándolo por otro que libere al dólar, las exportaciones, las importaciones y ya que estamos, a los civiles y militares de la última dictadura.
No pasará absolutamente nada mientras la ciudadanía sea capaz de construirse en democracia, curarse en democracia, educarse en democracia, batallar ideas en democracia.
Ni habrá decreto de ningún gobierno, por poderoso que sea, que nos ponga a salvo de esta casta social tan odiosa, violenta, egoísta y excluyente.
Somos nosotros, los argentinos y argentinas de bien, los que tenemos el derecho y el deber de defender la democracia inclusiva que conquistamos después del horror sufrido con el neoliberalismo.
Nadie lo hará mejor que nosotros mismos.
Ayer la Argentina vivió ese contraste brutal entre los dos modelos de país: el del lanzamiento del lockout rural, por un lado y el de la normalización definitiva de nuestra YPF, por el otro.
Unos quieren desabastecer el país y excluir socialmente y otros, como Miguel Galuccio, el flamante presidente de YPF, aumentar la producción, incluir socialmente y asegurar la soberanía energética.
Que nadie pise el palito.  
La mejor manera de responder a los provocadores es garantizando más alimentos, más energía, más conocimiento y más democracia.
Lo dijo la Presidenta. Y nos enseña la historia.

El Argentino, miércoles 6 de junio de 2012

 


3 comentarios:

Leandro dijo...

juan es hijo de productores agropecuarios, vive en recoleta con la platita de papi y sale con la cacerolita porque papi va a tener que pagar mas impuesto por el campo que por la chata, por primera vez en decadas.

Y para colmo, cuando tiene la guita en negro que obtuvo por la cosecha (ya que esta anotado como monotributista) la montonera de mierda no llo deja comprar dolares para blanquearla! un desastre che!
Ah, y esta contra la corrupcion, claro, porque evadir impuestos y vender produccion en negro no son corrupcion, son hechos de justicia.

Hay cada tarado dando vueltas. Y si, su lugar es exactamente donde esta: en contra del pueblo, caceroleando para ganar mas plata cagando a todo el mundo, como corresponde a un buen garca.

Udi dijo...

En esta semana voy a transitar varias rutas, al que se le
ocurra parar un camión a mi vista, más vale que tenga la
chapa de la chata tapada, porque de ahí voy derecho al
juzgado federal más próximo.
Nada Más.

Anónimo dijo...

Agresiones de palabra o agresiones de hecho. en vez de juicios razonados.
Si se les salta la cadena es porque el plato está descentrado o porque se gastaron los dientes del piñón. No hay otra.

Policarpo Cuaresma.