lunes, 15 de agosto de 2011

El sabor de la victoria


Las Primarias Abiertas constituyen un avance extraordinario para la calidad institucional de la democracia.

No siempre una elección tiene tanta importancia en sí misma. Estas sí, porque expresan el fin de la política como coto de caza del poder económico mediático y el nacimiento de una democracia participativa hacia el interior de los partidos políticos.

“Sólo el pueblo salvará al pueblo”, significó ayer que sólo el pueblo salvará la política como herramienta de transformación.

La Presidenta lo definió con estas palabras: “Estamos, sin darnos cuenta, asistiendo a un hecho histórico. Estamos asistiendo a la reforma política más importante desde 1983 a la fecha. Es un salto cualitativo en materia de calidad institucional impresionante”.

Una segunda afirmación imprescindible es que fue una victoria nacional y popular sin precedentes.

Se respira mejor después de un día que empieza a hacer historia.

Aunque cueste absorber en el escaso límite del cuerpo humano todas las emociones, todas las sensaciones nuevas, todos los abrazos de una jornada maravillosa.

Intentaremos hilvanar los primeros esbozos de un pensamiento que pueda escaparle a una lectura meramente electoral.

El proceso de transformación en la Argentina entró de lleno en una nueva etapa.

Ayer le puso los cimientos y las columnas sólidas que precisaba para la construcción de la victoria en octubre, indispensable para seguir avanzando en las transformaciones previstas.

Es preciso no errarle al vizcachazo: sólo la unidad del pueblo convertirá en indestructible este proyecto de país. Nada ni nadie puede afectar esta unidad. Ni los sectores del poder económico mediático. Ni las zancadillas. Ni las vanidades ajenas.

Este es el segundo gran intento en 200 años de historia latinoamericana que los pueblos y sus gobiernos se deciden por construir la Patria Grande.

Esa es la medida de valor para evaluar cada paso en esta marcha colectiva, cada victoria y también cada traspié.

En esa dimensión de la política, el primer triunfo de Cristina en este año, el de este domingo, abre la puerta a un camino sin retorno.

Ahora es necesario una gran convocatoria para que en octubre nadie tenga dudas que dirimen dos proyectos de país: el que lidera Cristina, la Jefa de la Nación y el que tras las sombras oscuras del poder, conducen los que ansían arrebatar de cualquier modo el gobierno al pueblo para ejecutar las políticas de saqueo que hoy reinan en esa Europa incendiada y acá nomás, del otro lado de la Cordillera.

La voluntad del pueblo señaló ayer con claridad meridiana que quiere seguir profundizando la democracia y el proyecto de país que lidera Cristina.

Y la Voz del pueblo, es Voz de dios.


El Argentino, lunes 15 de agosto de 2011

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