lunes, 13 de junio de 2011

Una nueva victoria colectiva



El último operativo del Grupo Clarín y sus empleados políticos de la oposición, ha fracasado.
Es tan contundente el avance kirchnerista en todo el país, que ayer en Neuquén representó el 80 % de las preferencias del electorado.
La única verdad es la realidad.
Si uno pudiera reflejar con imágenes la actual situación, tendría que pintar los titulares opositores de la corporación mediática, abandonados y vencidos en la arena del desembarco fallido de esta quinta operación destituyente.
Esas cinco operaciones fracasadas fueron “la guerra contra la Resolución 125”, “la guerra contra el uso de reservas del Banco Central”, “la guerra contra la ley de medios”, “la guerra contra el matrimonio igualitario” y “la guerra contra los derechos humanos”.
Es así Magnetto, las perdieron todas.
Hay dos fallas de origen en esta oposición al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y ambas son gravísimas para la defensa de sus intereses corporativos:
Una falla es la mediocridad de los políticos opositores que no saben hacer nada sin que les dicte letra el monopolio mediático. No tienen creatividad ni capacidad de imaginación; no hay vuelo ni hay boleto para pasear siquiera.
¡Miren sino lo de Morandini!
¿Y si prueban con el staff completo del Grupo Clarín?
Segunda falla: cada ataque violento que ejecutan contra el gobierno popular y sus políticas de inclusión, cae directamente contra diferentes sectores de la sociedad que comprueban con su propia experiencia, que los atacados son ellos.
Gobierno y pueblo son una unidad.
Esas fallas de origen son letales para la oposición.
La “operación Schoklender” montada sobre una traición de lesa humanidad, fracasa porque los tiros por elevación dirigidos a Hebe de Bonafini y las Madres que ella representa, cayeron sobre todos los organismos de derechos humanos. Por eso reaccionaron como era previsible, con la unidad frente al enemigo común, desmontando de un solo saque la operación opositora.
Hay que anunciarlo de una vez por todas: la derecha se quedó sin argumentos.
Ya venían de quedarse sin blindados desde que la democracia se volvió inclusiva. Ahora se quedaron sin ideas. Y en democracia eso es fatal.
Pero que nadie baje la guardia. Es un deber patriota estar siempre de vigilia.
Si en la antigüedad se decía: “debe ser cierto, porque está en Clarín”, hoy la realidad cae con la certeza inapelable de una plomada de albañil: “Debe ser mentira, porque está en Clarín”.
Filmus, Tomada y Cabandié ya encabezan algunos últimos sondeos.
Pareciera que van camino a despegarse del lote de autitos chocadores. En buena hora. Pero que nadie se las crea antes de tiempo.
La victoria es una construcción diaria.


El Argentino, lunes 13 de junio de 2011

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