jueves, 23 de junio de 2011

Amanece por cadena nacional

El mensaje de Cristina Fernández de Kirchner anunciando su candidatura, sigue dando que hablar.
“El país amaneció más tranquilo”, definió ayer Daniel Filmus. Y fue una linda síntesis.
Pese a la mala onda de los opositores, nadie podrá negar que esa cadena nacional que antes sirvió para anunciar la obediencia debida y el punto final de Alfonsín, el indulto de Menem a los genocidas, el recorte del 13 % a trabajadores y jubilados, el corralito y el Estado de sitio de De la Rua, ahora se utiliza para anunciar amaneceres como este o como la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo.
Saber que hay un satélite argentino dando vueltas en el cielo, más el acto de ayer donde la Presidenta otorgó merecidos premios a nuestros investigadores y científicos, nos lleva a recordar la bella frase de Carl Sagan hablando del origen de la vida: “Todos somos polvo de estrellas”.
Se refería a las moléculas desprendidas de las estrellas que navegaban desde el estallido del Bing Bang y que caídas sobre la superficie terrestre, formaron la vida en nuestro planeta.
Se podrá discutir esta teoría, pero lo que no es discutible es la producción de ladrillos en la Patagonia con la ceniza del volcán.
Bertold Brech decía en una frase llena de ternura, apta para esta circunstancia: “Me parezco al que llevaba un ladrillo consigo para mostrar al mundo cómo era su casa”. Cuando alguien pregunte qué cosa es el modelo nacional y popular habrá que mostrarle uno de estos ladrillos.
Si la vida cayó de las estrellas ¿porqué no hacer ladrillos con la ceniza que cayó del volcán?
La ministra Alicia Kirchner, con intuición, gestión y sensibilidad, envió rápidamente a funcionarios y expertos al sur para otorgar toda la ayuda necesaria por parte del Estado nacional. Ya empezaron con tres cooperativas. Van por más.
Esa es la diferencia.
Mientras los opositores, afectados por su propia rabia, amanecen pensando cuál es la maldad a declarar ese día, los funcionarios nacionales, como Alicia Kirchner, piensan qué necesidad social reparar y que oportunidad aprovechar para construir inclusión social.
La promulgación de la nueva Ley Nacional de Quiebras que hoy se anunciará, nace de esta misma filosofía.
En la antigüedad, antes del 2003, las empresas quebraban, los trabajadores quedaban en la calle y los talleres y chimeneas se transformaban en tristes y desoladas ruinas.
A partir de hoy, allí donde sólo quedaba la memoria de un trabajo perdido, se recuperará la posibilidad cierta de nuevas fuentes de empleo.
Es que en este modelo, nada se pierde en el vacío.
Y profundizar el modelo es, precisamente, jerarquizar desde el Estado, el trabajo, la ciencia y la educación.










El Argentino, jueves 23 de junio de 2011

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