lunes, 9 de mayo de 2011

El show ha terminado

Todos hablan de la declinación de Macri a su candidatura presidencial.
Una fiesta de fin de ciclo.
La mística de los globos de colores.
La parrocha de los niños bien jugando a la democracia.
El pijama party de los “chetos”.
¿Qué corno festejaban los del PRO que nos la perdimos?
Dinosaurios del Jurásico Park a la hora del recreo.
La desvergüenza atendida por sus propios dueños.
Si Néstor Kirchner fue al rescate de la política como motor de cambio, lamentamos confirmar que Mauricio Macri no llegó al reparto.
La política es otra cosa.
Es jugársela por un proyecto de país, por un modelo de sociedad, por una idea, por una causa.
Y que por esos sustantivos los dirigentes y los militantes de verdad, saben copar la parada, aun creyendo que pierden o que el resultado es incierto.
La historia, aquí y afuera, está llena de buenos ejemplos.
Desde el Bisonte Alende a Salvador Allende.
Y un cielo de diferencia.
Macri no eligió “bajar a la ciudad”.
No optó por los porteños contra los del interior.
Ni siquiera es digno heredero de las tropas de Mitre.
Tanto que habló de “una nueva alternativa que supere al kirchnerismo”, tanto que prometió ganarle a Cristina en la primera vuelta, tanto que mintió a sus pares del pejota federal, a Duhalde, a De Narváez, a Solá, con salir a “batir al enemigo k”, tirándolo por la ventana si es preciso y bla bla bla.
Macri no eligió, se cayó que es distinto. Como se cayeron todos los de la misma cofradía, como Cobos, Solanas, Sanz, Das Neves y la lista sigue.
Por una cuestión de orgullo propio, nada más ni nada menos, el potencial votante de cualquiera de estos chantas de la política, debiera dejarlos solos de toda soledad.
Nadie podría aceptar, siquiera por una cuestión de dignidad personal, ser tildado de “voto descarte”.
¡Como no mide en la contienda nacional va a disputar los votos de la ciudad!
¿Pero qué se creen estos tipos? ¿Que el ciudadano de la ciudad de Buenos Aires no tiene historia, no tiene identidad, no tiene vergüenza ni decoro?
Chau Macri. Chau Solanas.
Y a otra cosa mariposa.
De aquí en más habrá que defender entre todos, una causa nacional, un mismo Estado, un proyecto de país. Ya habrá tiempo para dirimir partidismos.
Hay que consolidar este rumbo que conduce la Presidenta, mucho más ahora.
En un pasaje de su discurso circense, Macri dijo que “hay que estar a la altura de las circunstancias”. Y a renglón seguido, se bajó de la presidencial.
Esa sí que fue una verdadera confesión que exime la necesidad de cualquier prueba:
La oposición no está a la altura de las circunstancias de la historia.
Señoras y señores, el show ha terminado.
Febo asoma. El futuro es nuestro. Viva la Patria.



El Argentino, lunes 9 de mayo de 2011

No hay comentarios: