domingo, 3 de octubre de 2010

Colimba obligatoria para Cobos

En algún lugar del pueblo anida la esperanza de proponer a quienes son indignos de la democracia, un curso prolongado de Servicio Civil Obligatorio que les enseñe cuáles son sus obligaciones y cuales sus derechos como ciudadanos en un país libre, justo y democrático.

Hombres y mujeres de la calaña de Julio Cleto Cobos, Silvana Giudice, Elisa Carrió, Patricia Bullrich, Mauricio Macri, Ernesto Sanz, Gerardo Morales, Felipe Solá, por ejemplo, deberían ser parte de la primera promoción del Servicio.

Bastantes méritos hicieron para merecerlo.

En lugar de representar al pedazo de pueblo que los eligió, terminaron legislando y actuando para el poderoso Grupo Clarín y las corporaciones patronales del campo y las finanzas.

Y no sólo eso, que ya es suficiente para ingresar a la colimba que les proponemos, sino que algunos, como Cobos, promueven una ley para que los pibes más pobres, los más humildes, los chicos de la calle, nuestros pibes del pueblo, no vayan más a las escuelas ni anden libres por las avenidas, como la gente “decente” que esos legisladores representan.

¡No señor! ¡Dónde se ha visto que los vagos y mal entretenidos se mezclen con gente como uno!

Hay que volver a arrearlos para el fortín a esos gauchos y gauchitos descendientes de Martín Fierro. Allí sabrán lo que es bueno, canejo. Faltaba más.

El proyecto de Servicio Civil “Voluntario” que proponen algunos legisladores del Grupo A opositor, establece que todos los chicos y jóvenes que se consideren “en estado de vulnerabilidad social” sean internados en los cuarteles militares para que allí aprendan un oficio y se eduquen, quizás, bajo el lema de “dios, patria y hogar”.

Mírelos. Léalos. Escúchelos. Recuerde sus nombres y conserve sus rostros en la memoria para cuando llegue la hora de volver a elegir.

Nos están proponiendo el mismo país bajo estado de sitio que padecimos en nuestra antigüedad más cercana.

Mientras la Presidenta entrega computadoras para que los pibes sean más libres, comunicándose, mientras se aumenta y se convierte en un derecho la Asignación Universal por Hijo, mientras la ministra Alicia Kirchner estimula el trabajo cooperativo y la inclusión social, permanentemente y la ministra Nilda Garré se esfuerza por cuidar y sostener a pie puntilla el verdadero rol de nuestras fuerzas armadas en la defensa del territorio, la integridad de los recursos y las personas o la asistencia en catástrofes, mientras las mismas fuerzas advirtieron a su tiempo que no tenían lugares físicos para otros fines que no sean para uso militar, esos señores y esas señoras de la oposición persisten en encerrar en los cuarteles a los “jóvenes en situación de riesgo”.

Con esta oposición política y mediática, en riesgo estamos todos los argentinos. No habría cuartel que alcance para albergarnos a todos.

Atrás de este nuevo oportunismo está la marca en el orillo de la derecha rancia. Esa que siempre dijo que a los pobres había que tenerlos “cortitos”. Corra, limpie, barra. Todo el mundo cuerpo a tierra y la cabeza abajo.

Después se quejan si decimos que sólo hay dos modelos de país:

Uno que excluye y reprime; otro que incluye y libera.

Esa es la plataforma real que ofrecerán al “electorado”, una forma “republicana” de evitar la tan soez palabra “pueblo”.

Los opositores que enfrentan al gobierno protegidos por el Grupo Clarín, son de esa misma calaña. Y para que no se ofendan, como Introducción al Servicio Civil Obligatorio, les contamos que no teman ser catalogados de ser una “calaña”.

Porque quiere decir: muestra, forma, modelo, horma, patrón, norma, calidad, clase, categoría, especie, género, ralea, raza, jaez, laya, naturaleza y abanico muy ordinario con varillaje de caña, usado sólo por las clases populares.

Que los opositores elijan la acepción que más les cuadre.

Y no se preocupen, con el abanico nos quedamos nosotros.


El Argentino, domingo 3 de octubre de 2010

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