viernes, 14 de mayo de 2010

EL RETORNO DE LOS ABSOLUTISTAS

Arde España. Arde Portugal. Arde Grecia. Arde Europa.

Y el neoliberalismo sigue lavando sus culpas, no con agua bendita, sino con nafta.

Vaya contando sus víctimas recientes y reflexionemos juntos.

Primero cayó Argentina, en el 2001; luego Wall Street y sus comarcas aledañas; detrás cayó Grecia y ahora es el turno de España y Portugal.

Aprendimos que la historia no se repite, pero nos asombra el parecido entre etapas tan diferentes.

De 1810 al 2010 hay algo más que 200 años de historia, de un lado y otro del océano.

¿Se estará cerrando un ciclo de la humanidad y estaremos a las puertas de un ciclo nuevo?

Si fuese así, se explicarían mejor los ruidos que emanan del antiguo orden en su caída y los vientos esperanzados que soplan en América del Sur.

Un nuevo mundo es posible, es necesario y, en medio de dolores, quizás ya esté entre nosotros.

El Bicentenario vale y merece una reflexión colectiva y horizontal.

Hace dos siglos los absolutistas y conservadores del viejo poder español, apresaban a Fernando VII, creando condiciones óptimas para que los Virreinatos del nuevo continente pudieran rebelarse y proclamar su primer Grito de libertad.

La Revolución de Mayo se puso en marcha en nuestras tierras de la mano de patriotas como Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano

Era el comienzo de una Revolución democrática en toda América, continuando y profundizando las conquistas sociales y libertarias de aquella España liberal invadida por Napoleón.

Muy pronto, el despotismo conservador consolidaría el poder en el viejo continente a través de un “menemista” precoz en Hispanoamérica: el mismísimo Fernando VII.

Lo cierto es que hace doscientos años, la restauración conservadora amenazaba al nuevo mundo con castigar muy duramente a quienes no aceptaban el dominio de las viejas ideas absolutistas.

El mensaje fue muy claro: todo el mundo a tributar para la corona, se terminó la fiesta libertadora para las Américas, las colonias volvían a ser colonias, dinero y comercio para unos pocos, hambre y destierro para los muchos.

Doscientos años después, el presidente español Rodríguez Zapatero inclina la testa de su gobierno democrático ante el feroz acoso del FMI y los llamados países centrales de la rica y vieja Europa.

Si los absolutistas del siglo 19 impusieron la vuelta de la Corona en la peor de sus versiones coloniales, hacia adentro y afuera de la península, la expresión moderna de ese absolutismo lo configura hoy el neoliberalismo más salvaje.

Zapatero ha caído preso de ese capitalismo depredador, como preso cayó Fernando VII en su tiempo.

Salvando las distancias, hoy el mundo vuelve a debatirse en una encrucijada semejante.

O triunfa el absolutismo fondomonetarista de salvar a los bancos y hundir a las naciones y sus pueblos, o se consolida el grito emancipador de Mayo, profundizando una democracia donde entremos todos.

O triunfa el plan de ajuste con sus secuelas de desocupación masiva, rebaja de salarios y jubilaciones, recorte brutal del mal llamado “gasto público”, o se avanza en un modelo de matriz productiva, de mano de obra agregada, industrial, moderna, con una educación que responda el siglo 21 y no a los nobles del siglo 19.

El Bicentenario nos está dando una severa lección: los absolutistas, en todo tiempo y lugar, nunca se van solos del campo de batalla.

Hay que correrlos por vía de la superación de ideas.

A menor educación, más educación. A menos salud pública, más salud. A menos cultura, más cultura. A menos trabajo y producción, más desarrollo e inclusión social. A menos Estado, más y mejor Estado. A menos soberanía, más pueblo y nación.

La inminente Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe será una ocasión histórica para el debate de esta pugna bicentenaria.

Si el Grito de la Independencia en 1816 fue la respuesta patriótica al primer absolutismo, las voces de la Unasur representadas por Néstor Kirchner y los presidentes suramericanos, expresan la respuesta de este nuevo tiempo latinoamericano.


Jorge Giles. El Argentino, 14 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-90853-El-retorno-de-los-absolutistas.html

1 comentario:

mensajes claro dijo...

Es claro que susede en casi todas partes.