viernes, 30 de octubre de 2009

INVITACIONES


LOS ÚNICOS PRIVILEGIADOS SON LOS NIÑOS


Jueves 29 de Octubre, canta el calendario.

El Salón de las Mujeres es una sala de partos. Y es la Casa Rosada.

Con tanta patria hembra no podía ser de otra manera.

Todos aguardan la palabra de esa mujer que empieza a hablar.

Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta por mandato de las mayorías populares.

Está anunciando la asignación universal por hijo. Y se emociona al hacerlo.

Como si cargara con la vergüenza de un país entero, de su historia, de sus penas más hondas.

Como si dijera ¿por qué tardamos tanto?

Y nos mirara a los ojos, interpelándonos y pidiendo ayuda.

Lo hicimos, dice alguien. Creí que ya no lo vería, musita otra voz.

Es Cristina la que habla, la que anuncia y decide que es ahora. Que no hay tiempo que perder.

La Nochebuena esta vez, será un poco más justa.

La pobreza duele siempre. Pero la de los pibes, es algo más que una injusticia. Es un crimen que ofende. Un Cristo crucificado.

Un dolor que de tanto dolor se quedó sin lágrimas.

Es para ellos, los privilegiados de Evita, la asignación que decreta Cristina de un plumazo.

Todo acto de amor empieza en un abrazo. El decreto es sólo eso, dice la Presidenta.

Allá afuera, la vida sigue.

Decime que me querés, y limpia el parabrisas.

No te olvides de mi, chabón, y ensaya malabares en el aire sin pelotas.

Ya era hora que te acercaras, y vende un ramo de jazmín en plena calle.

No soy distinto a usted aunque parezca, y acumula los cartones en su carro.

Esta asignación universal es un acto de amor en la víspera mejor. Anuncia el porvenir. Redistribuye la riqueza y las estrellas.

Por algo se empieza, dirá Juancito. Y empieza a correr como si fuera su fiesta, a juntar a los pibes de la villa, a contarles lo que acaba de escuchar.

Este día, los únicos privilegiados son ellos.

Entrarán por el ojo de una aguja como un camello de miel. Escaparán de a poco de ese frío en la panza que les duele tanto.

La pobreza nunca es digna en un país desigual.

Que nadie importe más que ellos, este día. Porque de ellos y de los poetas será el reino de este mundo.

Otro día.

En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre…decía a su hijo hambriento, Miguel Hernández, desde la prisión fascista.

Vuela niño en la doble luna del pecho, él triste de cebolla, tú satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

Y dice Jaime Quesada, chileno de Salvador Allende la cordillera, allí donde hoy está esa mujer que sigue hablando de la asignación universal.

Digo pan. Y la mesa extiende su mantel como un cuaderno de dibujo y en un abrir y cerrar de ojos ya no existe el pan ni la mesa ni el mantel. Sólo el retrato hablado de mi hambre.

La madre engaña a su hijo con un cuento. Y el plato de sopa queda limpio. El hijo crece. Se hace hombre. Se casa. Y tiene un hijo. Y el hijo engaña a su madre con un cuento. Y el plato se ensucia con el llanto.

Como verán, el anuncio convoca hoy sólo emociones. Y siguen los poetas.

Nicolás Guillén inventa una canción de cuna para despertar a un negrito. Y Juan Gelman recuerda a su hijo secuestrado, torturado, muerto, desaparecido y dice que un niño hunde la mano en su fiebre y saca astros que tira al aire y ninguno ve, yo tampoco los veo, yo sólo veo un niño con fiebre que tiene los ojos cerrados y ve animalitos que pasan por el cielo, pacen en su temblor…

Que hable Raúl González Tuñón y su poema para un niño que habla con las cosas.

Y diga. Toma este mundo, cuídalo. Es una cosa seria y una simple cosa. Un mapa con las rutas que siguiera Juancito Caminador, tu viejo. La Esperanza. Y una caja de música que traje de la estrella. Toma este mundo, tómalo. ¡La vida es vasta y bella! Mira siempre allá lejos, hijo mío…allá lejos.

Y dice Cristina, que seguirá peleando por más trabajo decente y más inclusión y más justicia. Pero que ella sola no puede hacerlo.

Sólo es de buena leche darle las gracias, Presidenta. Y ofrecerse en la pelea.

Jorge Giles. El Argentino. 30.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63980-Los-unicos-privilegiados-son-los-ninos.html

jueves, 29 de octubre de 2009

LA ERA DEL DEDO HA LLEGADO A SU FIN


La Presidenta de la Nación anunció el envío al Parlamento de la palabra comprometida el pasado 9 de Julio en Tucumán: el Proyecto de ley de la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral.

Abreviando, la Reforma Política.

Cristina está cumpliendo así con el empeño de la democracia en transparentar el sistema de partidos políticos y ponerlos en garantía de la participación popular.

¿Qué razones profundas y misteriosas asistieron a los opositores para estar ausentes en el acto oficial?

¿Se lo pidió o sugirió algún monopolio mediático?

¿Le temen a la participación popular en asuntos que hasta ahora estaban limitados al comité partidario?

Quizás recién ahora se tomaron a pecho la consigna nacida al calor de la mayor crisis política que afrontara este país allá por el 2001y el 2002.

“Que se vayan todos”, se dijo entonces. Y a destiempo y equivocadamente, se fueron de una cita con ellos mismos, es decir, con la democracia, con las instituciones de la República, con una obra colectiva transformada en un Proyecto de Ley que seguramente será debatida en profundidad cuando llegue a los ámbitos sonoros del Congreso de la Nación.

En el imaginario de muchos, el anuncio de la Reforma Política hubiese merecido una Plaza de Mayo cubierta de pueblo, con todas las banderas partidarias y sociales, con la ciudadanía a pleno, con el abanico total de la dirigencia nacional.

¿No era esto acaso lo que se reclamaba y se proponía desde el estruendo bullicioso de aquella gran crisis del 2001?

¿No fue este el motivo de la ronda del dialogo iniciado entre el Ministro Florencio Randazzo y la dirigencia de todos los partidos políticos argentinos?

La oposición está tan fanatizada que un día de estos, no habrá que extrañarse si declaran que se oponen a la ley de gravedad, sospechosa de ser otra “ley K”.

El ejemplo más patético, nuevamente, fue la imagen y el discurso de odio y resentimiento de Elisa Carrió. Descalificó a las organizaciones humanitarias y se mofó de su expulsión de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos.

El pudor ante tanta desvergüenza, hoy nos impide cualquier comentario al respecto.

Pero sigamos viendo lo importante de esta novedosa instancia que se abre en la Argentina.

Una autentica revolución ciudadana consistirá, de aprobarse el Proyecto oficial, en que desde ahora y en el futuro, los representantes del pueblo surgirán de la voluntad explícita del pueblo y no de las roscas y componendas de los aparatos viciados y los dirigentes mesiánicos y platinados que conforman sus listas electorales en el living de su casa.

La circunstancia no puede ser más propicia para los legisladores, por que este debate sucede a la par de la eliminación de la figura de calumnias e injurias, el derecho a conocer la identidad de los chicos secuestrados durante la dictadura, el avance del Plan “Argentina trabaja” y la extensión del justo ingreso para todos los hijos de los trabajadores. Proyectos que expresan el sentido más concreto de la redistribución del ingreso.

Si así no hubiese sido, esta reforma se hubiese prestado a ser tildada de mero maquillaje. Pero se da en un marco de transformaciones estructurales que impactan sobre la suerte cotidiana de los ciudadanos, donde todo tiene que ver con todo.

Así fue con la recuperación del ahorro de los trabajadores, el fin del imperio voraz de las AFJP y con la ley de Comunicación de la democracia.

Este proyecto nos interpela en nuestra condición de ciudadanos libres.

El ejercicio de la democracia será más participativo y vinculante.

Vamos a definir entre todos la composición de las listas electorales.

Ahora sí que cada uno de nosotros llevará en su mochila un bastón de mariscal.

Es el soñado empoderamiento social de la política.

Quizás por eso las minorías del privilegio salieron con sus dentelladas.

Pobres. El odio les impide participar de un proceso donde se hace verdad aquel apotegma de que lo mejor que tenemos es el pueblo.


Jorge Giles. El Argentino. 29.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63821-La-era-del-dedo-ha-llegado-a-su-fin.html

miércoles, 28 de octubre de 2009

LA OPOSICIÓN BAILA CON SU PROPIA SOMBRA


Cuando el reloj marque las cinco de la tarde y el laburante vuelva de su trabajo, otro seguirá con sus tareas, alguien irá a la facultad a estudiar o a dar clase, una pareja de novios dirá su último adiós en una esquina cualquiera, otra se amará furiosamente, un pibe jugará en la plaza del barrio a la salida de la escuela y en la Casa Rosada, la Presidenta anunciará al país el envío al Parlamento del proyecto de Ley de Reforma Política a que se había comprometido el 9 de Julio en Tucumán.

Así transcurre la vida en el país que somos.

Pero la derecha opositora, que fue invitada cordialmente, no estará junto a Cristina, según adelantaron.

Ubicarse en ese lugar donde la política niega la palabra al otro y ningunea la convivencia civilizada, la democracia, el dialogo, siempre será un tributo a la derecha más violenta. No importa el carné que exhiban los ausentes.

Como si no bastaron para algunos medios y dirigentes políticos, las ausencias forzadas de la dictadura. No aprendieron siquiera a respetar a los gobiernos que surgieron del mandato de las urnas. No de las armas.

Mírelos, escúchelos y anote todo en su memoria. Son los que lagrimean de emoción admirando el ejemplo cívico de otras latitudes y otras democracias. Pero que aquí no son capaces de acompañar institucionalmente a un gobierno democrático que al fin y al cabo, presentará en sociedad una síntesis de los aportes que ellos mismo brindaron durante estos meses y que pondrá en la cuestión, seguramente, su propia mirada del asunto y convocará a aprobarla o rechazarla cuando llegue al Parlamento, que para eso sirve, entre otras cosas, la democracia que supimos conseguir.

Pero los opositores son así. No hay democracia que les venga bien.

Verlos juntos en una conferencia, convoca inevitablemente la cita borgiana del "no los une el amor sino el espanto". Portan en el gesto adusto y crispado el rostro que corresponde a un buen opositor o que se precie de tal.

Temen acercarse al gobierno, pero no dudan a la hora de defender con fanatismo a los monopolios de la desinformación.

Cuando quedan sin política y sin argumentos para defender posiciones, acuden a los estrados judiciales y denuncian un complot.

Así cualquiera hace política.

Si el gobierno los llama a participar para concretar la reforma de los partidos, contestarán más temprano que tarde, que es una trampa del oficialismo.

Si no los llama, dirán de él que es un gobierno autoritario.

Si el gobierno los convoca a debatir la libertad de la palabra y de los medios, dirán que es una forma de disimular la "ley mordaza".

Si se les propone debatir la extensión universal de la asignación por hijos a todos los trabajadores del país, protestarán por que no están incluidos los nietos de Amalita ni los niños de Finlandia.

Si el gobierno se esfuerza para que entre el abecedario completo en cualquier proyecto que presente, ellos insistirán con nombrar sólo una letra, la K.

Allá lejos y hace tiempo, fuimos parte de un país donde todos hablaban, hablábamos, de la necesidad imperiosa de una reforma política. No siempre se sabía bien de qué se trataba. Pero sí sabíamos que así no podíamos seguir. Que había que transparentar la cuestión relativa al financiamiento partidario. Que las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias eran necesarias. Que se imponía ya la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral. Que mientras no haya una ley que reforme la política, la democracia se degrada, se vacía, se corrompe. Que el gobierno debía convocar al dialogo a todo el arco político para discutir estos asuntos trascendentes para la salud de la república. Que el Santa Fe de Binner era un ejemplo.

Sucederá esta tarde finalmente.

El Gobierno anuncia la Reforma Política tan largamente deseada y bailará al sonar de las campanas cuando den las cinco, las seis o las siete. Aunque la oposición prefiera bailar, una vez más, con su propia sombra.



Jorge Giles. El Argentino. 28.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63675-La-oposicion-baila-con-su-propia-sombra.html

martes, 27 de octubre de 2009

INVITACIÓN

REFLEXIONES DESDE LA ORILLA DEL ALMA

1. Amamos a los uruguayos. A los chilenos. A los brasileros. Amamos lo que somos, la patria grande latinoamericana. De allí venimos y hacia allá vamos.
Pero no es necesario mentir cuando se ama. El otro es como es y no como queremos que sea.
2. Hay una progresía que se niega a crecer desde el pie de la propia identidad nacional. Por las noches unta su piel con un bálsamo de asignaturas pendientes con la revolución global y despierta embadurnada y quejosa de tener una patria mestiza, rebelde, jodida, groncha, peronista, kirchnerista, nacional y popular.
3. El Pepe Mujica ganó las elecciones por casi 20 puntos de ventaja, pero está obligado a ir a segunda vuelta por no alcanzar el 50 % más 1. Si toda la derecha uruguaya acorrala de miedo a una buena parte del Uruguay, el Pepe puede perder las elecciones que ganó legítimamente en la primera vuelta. Por eso su enojo cuando dijo que las leyes del paisito estaban hechas para defensa de los conservadores y que había que aprender de los hermanos argentinos que tenían un sistema electoral más justo y sensato.
4. No se pudo derrotar en el plebiscito del domingo la ley de amnistía de los genocidas de la última dictadura uruguaya. Con todo respeto y amor al pueblo oriental ¿por qué plebiscitar el no perdón a los criminales de lesa humanidad? ¿Acaso no es asunto del gobierno y la justicia? ¿O tienen coronita los verdugos?
5. Hasta no hace mucho nos decían que Argentina debía aprender de la calidad institucional de Chile, que esa sí era una democracia en serio y no plebeya como la nuestra. ¿Se imaginan a Videla y Massera ungidos como senadores vitalicios de la república? Pues bien, Pinochet lo fue en Chile. Aunque nos duela.
6. Ahora ponen de moda a Brasil, y Lula que hoy cumple años, es el ejemplo a imitar. Amamos a Brasil. Pero ¿se imaginan Buenos Aires o Rosario, llenos de narcotraficantes, volteando helicópteros policiales, matando y matándose en las calles? ¿Y decenas de millones de personas comiendo de los basurales mientras los más ricos transitan en paz con sus camionetas galácticas y está “tudo bom”?
7. La derecha pituca siempre miró para afuera asqueada de nuestros adentros. Miran a Europa y los EE.UU., allí donde el capitalismo vomita todos los días centenares de miles de trabajadores a la intemperie, desocupados, empobrecidos, excluidos. Allí donde el neoliberalismo insiste con chuparle la sangre al Estado, es decir a los pueblos, para ofrendarlo al dios mercado en desgracia póstuma.
8. La progresía coqueta, huérfana de su propia utopía republicana, también mira para afuera, pero es mas “revolú” embriagarse con Evo y la Pachamama, con frenteamplistas y petistas, no vaya a ser que mirando para adentro, se contagien de un proceso transformador tan desprolijo e imperfecto como el que gobierna.
9. Aquí, con Kirchner, se enterró el ALCA. Se recuperó Aerolíneas Argentinas, el Correo y el ahorro de los trabajadores borrando de un plumazo a las AFJP. Aquí fue donde se anularon las leyes de la impunidad por voluntad del gobierno nacional y popular. Aquí, con Cristina, fue donde se construyó la Ley de Comunicación de la democracia que devuelve la palabra al pueblo. Aquí es donde la defensa del empleo es política de Estado. Aquí es donde…
10. No hay derecho a tener dirigentes como Elisa Carrió. Descarriada en su propio Apocalipsis, derrama su extravío en odios contra los más pobres de Ciudad Oculta.
11. No hay derecho a tener ladrones de libros como Pereyra de Olazábal. Presidente del partido de Alsogaray, la UCD, director de la Casa de San Luís, confeso promotor de Rodríguez Saa y Eduardo Duhalde para el 2011, ex funcionario de Menem, un cajetilla en desgracia.
12. Nos vamos. Están disparando contra la política medular de este Gobierno, que es la redistribución justa y equitativa del ingreso. Por eso atacan a las organizaciones sociales. Lo hacen con ese odio de clase tan propio de los conservadores del primer centenario. Deberían calmarse, perfumarse y acicalarse.
El sol del Bicentenario, viene asomando.


Jorge Giles. El Argentino. 27.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63488-Reflexiones-desde-la-orilla-del-alma.html

lunes, 26 de octubre de 2009

ARGENTINA ES EL MEJOR LUGAR PARA VIVIR


Sucedió ayer por la mañana. Un vecino fue a comprar el diario del domingo al puesto del canillita del barrio. Saludó como de costumbre, pispeó los titulares de todos los periódicos y pareció dudar al momento de elegir cuál llevar. Llegaron otros vecinos. El canilla, bonachón y amigo de todos, le dijo desde atrás del breve mostrador del kiosco de venta “si queres alzarlos para leerlos mejor, tenes que traer los guantes de amianto que usas para el horno de tu cocina”
El comentario provocó la hilaridad de todos. No había necesidad de aclarar que se estaba refiriendo al fuego que partía de los diarios tradicionales y que quemaba las pestañas literalmente.
Una señora, con el bolso de compras en la mano, ensayó una suerte de reportaje oral, filoso, claro, conciso y de un realismo explícito conmovedor.
Arrancó diciendo “vamos a suponer que yo les crea a estos miserables que dicen que hay violencia por todos lados y grupos armados y que la miseria crece y que no se puede vivir así y bla bla bla…entonces digo yo, ¿usted sabe cuántos grupos armados hay ahora?”
Como miró al canilla, éste le contestó “ninguno”
“Ahí vamos” dijo la mujer. “¿Y usted sabe donde está internado, en qué hospital, en qué terapia intensiva, ese senador Morales que fue atacado por bandidos en Jujuy?”
Uno de los vecinos respondió “nunca estuvo internado, sólo le tiraron con huevos y no eran bandidos sino miembros de una organización de pobres o algo así”
La vecina ya había ganado el centro de la atención así que siguió preguntando con mucha gracia y soltura. “Y dígame usted jovencito, ¿dónde está presa la señora Carrió que dice que este gobierno es autoritario, que persigue a los opositores y entonces me imagino que ya la habrán llevado a prisión?”
“No señora, nadie está preso por hablar mal del gobierno”, respondió el joven con una sonrisa en la cara.
“¿Pero cómo? Miren ustedes estos diarios, chorrean violencia, sangre, que la crispación de no se quién y todo esa lata ¿y no hay ningún preso?”
El policía de la esquina se arrimó a la pequeña asamblea barrial y parecía muy divertido y cómodo entre los vecinos que parloteaban todos juntos a la vez.
“Qué tarde se me hizo; mi marido se va a preocupar, le dije que hoy hacía tallarines con estofado y me entretuve charlando acá”, agregó la mujer, que en el estribo de la ronda, sacó del bolso un ejemplar viejo de la revista Veintitrés, buscó una nota puntual y cuando la encontró, mostrándola dijo “miren, yo ando con este reportaje a este pibe tan buen mozo y tan buen actor que se llama Leonardo Sbaraglia y que igual que mi admirado Federico Luppi, volvió al país y dice cosas tan lindas y tan ciertas como ésta: este es el mejor lugar para vivir. La llevo para mostrarla cuando algún despistado empieza a repetir como loro lo que lee o escucha de la tele o la radio. Y este pibe sabe eh, por que vivió mucho tiempo en Europa. Es el mejor país el nuestro, dice. ¿Qué tal?... chupate esa mandarina Clarín, hasta mañana vecinos”
Partió cada uno a su casa y sentían que el aire estaba livianito en contraste con la pesadez de plomo de los grandes diarios domingueros.
En esta porción de pueblo está escrita la agenda de los que gobiernan. Saben que el país está mucho mejor que hace apenas cinco años. Algunos reservan ya su lugar de vacaciones para el próximo verano. Hacen cuentas y eligen. Saben que volvió el asadito y la comida familiar de los domingos. Leen que todos los pronósticos para la economía durante el 2010 serán altamente beneficiosos para el país.
Y entienden que los grandes medios mienten cuando acusan a los dirigentes sociales de violentos.
¿O no fueron ellos los que impidieron que la violencia y la hambruna se extendieran con la crisis del 2001? ¿O no fueron los dirigentes sociales los que “vengaron” el asesinato de sus compañeros, Kosteki y Santillán, con más trabajo, más solidaridad organizada, más inclusión cooperativa, más ciudadanía?
Esta vez no se caerá en la trampa tendida. Que el odio quede en orsay.


Jorge Giles. El Argentino. 26.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63321-Argentina-es-el-mejor-lugar-para-vivir.html

domingo, 25 de octubre de 2009

Panorama político - La construcción democrática de una nueva trama social

La construcción de la nueva Ley de Servicios de Comunicación audiovisual es un modelo para armar en el campo político y social.
El pleno del Teatro Argentino de La Plata, el pasado 21 de octubre, fue una clara muestra que se puede. Y se debe.
Allí, compartiendo el encuentro con la Presidenta de la Nación, estaban las expresiones representativas más profundas del frente nacional y popular que hay que reconstruir en esta etapa. No estaban como espectadores pasivos, sino como hacedores activos de la principal Ley de la democracia. La que posibilitará recuperar todas las voces del pueblo.
Para gobernar el país en el marco impuesto por los poderes monopólicos del sistema imperante desde hace décadas, alcanza con un partido de gobierno.
Pero para transformar la realidad, basados en la defensa irrestricta de los intereses populares, enfrentando a los intereses más concentrados e injustos y redistribuyendo en consecuencia la riqueza, es imprescindible la construcción democrática de un amplio frente social, con una diversidad de organizaciones libres del pueblo y sectores políticos partidarios, que sean la vanguardia y la retaguardia del proceso en marcha.
En la experiencia acumulada con la elaboración de la ley hay una pista para seguir, un espejo, un camino que demuestra que es necesaria y posible la unidad de un amplio abanico de fuerzas capaces de acompañar con decisión y sin dobleces las medidas transformadoras del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde esta base social unificada se podrá abordar, seguramente con más facilidad, el tejido de consensos en el Parlamento nacional.
Asimismo, en el terreno político es preciso ampliar y consolidar la construcción frentista que sostenga y profundice el modelo de país con desarrollo e inclusión social, encarnado por el proyecto que lidera Néstor Kirchner.
Será necesario acudir una y otra vez a ese retazo de la realidad que protagonizó esta construcción colectiva y advertir que están dadas las condiciones para articular todas estas voluntades a la hora de lograr los consensos necesarios. Sobre ese conglomerado habrá que ir enhebrando y tejiendo las políticas sociales y legislativas que permitan seguir edificando un país justo e inclusivo para cien años más.
Es una misión histórica que debería comprometer a todos los sectores. Consensuando y construyendo juntos.
Dos rasgos fundamentales para el desafío político de las nuevas construcciones: la entusiasta participación juvenil en todo el proceso que culminó en la sanción de la ley y la reaparición de importantes franjas de clase media que escaparon del cautiverio de los medios monopólicos. En ambas franjas sociales está el terreno fértil para que, en un proceso de unidad con los trabajadores, el país alumbre un bicentenario patrio como manda la historia de este pueblo.
Es preciso releer el profundo mensaje pronunciado en ese mismo escenario por Néstor Busso, representante de las organizaciones que integran la Coalición por una radiodifusión democrática dando cuenta de estos asuntos.
Como dijo Cristina esa noche, habrá que rever la feria de vanidades y egoísmos personales de muchos dirigentes de buena fe, pero ganados por la desconfianza crónica y la competencia estéril inculcada por el neoliberalismo de los años noventa.
Decía Arturo Jauretche que “los precursores de toda revolución, pese a sus divergencias con el sistema que combaten, son hijos de su época. Y ocurre que cuando el hecho revolucionario se produce, a la par de los frutos esperados, aparecen otros menores y sorprendentes. Su actitud en ese momento es a prueba de fuego. Ella nos dice si el luchador estaba en lo profundo de los acontecimientos que reclamaba o solo en lo superficial, pues debe resignarse al drama del silencio, tironeado entre lo que ve que anda mal y el mal que hará al proceso que contribuyó a crear si lo combate, pues pronto es arrastrado a la posición de sus adversarios irreductibles. Error este irreparable, porque una cosa son las críticas a las imperfecciones del proceso y otra, el plan revanchista de los vencidos por la historia”
Todas las transformaciones que vendrán, en el campo de las reformas políticas, de la economía, de la política internacional, de la salud, de la defensa, se potenciarán en la porfiada lucha por la redistribución del ingreso. Allí sigue estando el espinazo del país desigual que impuso primero la dictadura y luego, las políticas neoliberales en tiempos de democracia.
Nadie puede dudar, sin ruborizarse, de la voluntad política gobernante para intentarlo. La experiencia de la “125” deberá servir para nutrir los próximos pasos. Saber donde estuvo el error y dónde la defección, para volver a juntar fuerzas que sean exitosas a la hora de las próximas batallas por la igualdad social.
En días más tomará forma el proyecto que el oficialismo propondrá debatir y consensuar sobre el ingreso a la niñez del universo de hogares más humildes. En la escala de valores a definir estarán jerarquizadas dos metas irrenunciables: el modelo de país en desarrollo y la atención urgente a los pibes desamparados de esta cobertura social por parte del Estado.
La diputada Juliana Di Tullio, presidenta de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, de la Cámara baja, integra junto a otros colegas suyos el equipo abocado a consensuar el proyecto que será girado a las comisiones para su posterior tratamiento en el recinto. Explica didácticamente la universalidad de la medida en razón de un dato que cree inobjetable: no habrá ningún pibe que quede al margen de este derecho otorgado por el Estado. A los que ya están comprendidos por alguna asignación familiar se le sumarán los millones de chicos que empezarán a recibir este ingreso como parte constitutiva de su resguardo y no como una mera asistencia de ocasión, a la discreción de funcionario alguno. Pero reafirma el concepto y la necesidad de incorporar esta política de Estado al universo de medidas económicas, sociales, culturales, laborales, de salud y educación, para entender que en ese todo armónico está el combate a la pobreza. Pensar lo contrario es transformar en paliativo una medida estructural.
De nuevo aparece en boca de la legisladora aquello de que la pobreza se combate con la redistribución de la riqueza en todos los órdenes y no con medidas desconectadas que a veces suenan como panaceas fundamentalistas por parte de quienes aman más sus propios egos, antes que a los chicos a los que dicen defender.
Quizás la primera raya que habrá que trazar en el debate, sea la que diferencie a quienes usan a los pobres para hacer oposición política contra el gobierno y por lo tanto nunca les parecerá suficiente nada que no satisfaga el absoluto de sus propuestas y a quienes con sus legítimas diferencias y matices se propongan a trabajar honradamente para los pibes y no para el minuto de fama de la televisión.
“Siento un profundo desprecio por quienes deshonran la condición humana utilizando el dolor de los más pobres para trepar mediáticamente”, afirma indignada Di Tullio.
Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
La desnudez del poder monopólico resulta un verdadero desparpajo.
Hace tiempo que habían perdido la compostura y el buen gusto por la palabra, pero la farsa que mostraron durante la semana que dejamos atrás está tan lejos de cualquier elegancia estilística y discursiva que derrapa inevitablemente en una serie de exabruptos y desmesuras. Se hace aún más patética la oposición ahora que la democracia les cantó “piedra libre” a los espías amparados por el gobierno porteño.
Al no conmover el amperímetro de la sociedad terminan en la agria imagen de Elisa Carrió, Macri, Morales y los principales columnistas alertando sobre un fuego que sólo está en su afiebrada imaginación. Y por que no, en el plan de operaciones de los opositores más voraces e impacientes.
Es absurdo victimizarse en un escenario político donde los crujidos que se escuchan son consecuencia directa o indirecta de la crisis internacional, de los reacomodamientos propios de un país gobernado por la política y no por las corporaciones, de los conflictos sectoriales naturales en cualquier sociedad democrática.
No hay una sola prueba que evidencie persecución oficial de los opositores, cercenamiento de la libertad de expresión, campaña de amedrentamiento contra sector alguno. ¿De qué cosa hablan los medios opositores cuando propalan la cantinela de la crispación?
La única crispación evidente es la que expresan ellos mismos.
La sutileza fue la primera víctima del desconcierto en que cayeron con el avance de la ley de medios. La destrozaron. Han tirado al basural de su propia historia editorial aquella prosa mitrista tan cara a sus orígenes, convirtiendo sus páginas, radios y pantallas en meros panfletos partidarios de mala compostura.
Ojala la democratización de la palabra traiga un poco de belleza, ante la odiosa fealdad de algunos medios.
La belleza participativa calma los espíritus inflamados.



Jorge Giles. Miradas al Sur. 25.10.09

sábado, 24 de octubre de 2009

¡SOCORRO, HAY UN ESPÍA EN MI SOPA!


El escándalo causado por el espionaje del gobierno de Mauricio Macri alcanza ya ribetes grotescos.
Quizá sea saludable que, a la par de repudiarlo como se merece, los ciudadanos sepan ponerle una dosis de humor que haga más digerible semejante bochorno político.
Es lo que escuchamos en un rápido paseo por algunos lugares habituales que transitan las damas y los caballeros de la ciudad de Buenos Aires.
“Ni para espías sirven”, dice alguien en la feria.
Y una señora del barrio lo corrige “no se equivoque, no sirven ni para gobernar a los espías”
“Los perseguidos por el bando de los morochos crispados, resultaron ser los perseguidores de honestos ciudadanos, profesionales, trabajadores, maestros, estudiantes y familiares de las víctimas de la AMIA”, reflexiona otro vecino.
La derecha estaba malacostumbrada a gobernar durante años a través de intermediarios. Unas veces eran políticos conservadores y otras veces uniformados que poco o nada sabían de gestionar. En la disyuntiva, imponían el orden de los cuarteles y a otra cosa mariposa.
La democracia avanzó de tal manera que ya no hay lugar para las máscaras. Y las fuerzas armadas se incorporaron definitivamente al sistema democrático acatando la voluntad popular y las autoridades que de ella surjan.
En ese contexto, la derecha se quedó sin representantes y debió salir al ruedo con sus propios dueños. Es eso lo que está ocurriendo.
Esos dueños pretendieron manejar un gobierno como el de la Ciudad, con la arbitrariedad de una empresa familiar o de un club de fútbol. Se equivocaron fiero.
La democracia suele ser una fierecilla indomable cuando se la manosea. O se la espía. Le gusta que miren y admiren sus logros, pero no que la espíen, que es muy distinto. Respeta al buen gobernante, pero desprecia al fisgón.
Basta seguir el día a día de este escándalo para advertir que la situación se salió de madre.
Le estalló en la cara a Mauricio Macri, a los ministros Montenegro y Narodowski, a Gabriela Michetti, a Rodríguez Larreta, a todo el gobierno Pro.
Y eso explica las contradicciones entre ellos mismos.
Esta situación ya generó su primera víctima en todos los que fueron espiados.
¿Por qué lo hicieron? ¿Para qué perseguir a personas honestas, si no es para acallarlas en sus justas y legítimas reivindicaciones?
La democracia está más madura de lo que muchos pensaban. Por eso descubre este escándalo y lo denuncia con la fuerza con que lo está haciendo.
La “víctima” política es el propio Macri.
Hagamos un rápido razonamiento colectivo.
Si fuese verdad que él contrató al espía y le ordenó espiar a los maestros de nuestros chicos ¿usted lo votaría nuevamente, si es que lo hizo antes?
Es muy probable que aunque alguien insista en votarlo, esta situación invalide al ingeniero irremediablemente en el futuro.
Pero suponiendo que Macri no ordenó el espionaje, ¿usted no cree que estaría demostrando que no puede controlar ni a su propios colaboradores superiores?
Se muestran torpes a la hora de gobernar en democracia por que no lo hicieron nunca antes. Deberán aprenderlo, dejando en la puerta de cada despacho los instrumentos de espionaje para pinchar teléfonos, los garrotes, la soberbia, ese odio clasista que a menudo portan. Si esas siguen siendo sus convicciones, ya saben que la democracia no las tolera.
¿No hubiese sido preferible para todos, incluso para los dirigentes del Pro, aceptar lo mal hecho, corregir y sancionar duramente a los culpables, separar el fruto podrido?
Ahora ya es tarde.
Por eso consideramos el día que Macri se puso al frente de la cruzada en defensa de los denunciados, que o demostraba la inocencia absoluta de los implicados o él quedaba salpicado para siempre.
Parecen insistir en manejar el escándalo como si fuera una riña adentro de un locutorio telefónico. No advierten que los están viendo millones de ciudadanos.
Y empezaron a juzgarlos, sin necesidad de espiarlos por ninguna rendija.


Jorge Giles. El Argentino. 25.10.09

viernes, 23 de octubre de 2009

NO HAY MEJOR DEFENSA QUE UN BUEN ATAQUE

Los campamentos opositores se quedaron sin libreto.Justo cuando los indicadores sociales mejoran, la economía nacional aguanta a pie firme la crisis internacional, se puso en marcha la Ley de medios, se anuncia la reapertura del canje desde una situación de solvencia financiera, la diputada Juliana Di Tullio y sus pares avanzan en consensuar un proyecto de inclusión universal para los pibes más humildes y la Presidenta inaugura emprendimientos productivos y sociales, como ocurrió ayer en Córdoba.
En lugar de acompañar patrióticamente este rumbo, señalando sus diferencias pero constructivamente, la oposición decide atacar con lo que tenga a mano.
Hagamos un último resumen semanal:

Ataque número 1.
Mauricio Macri montó una operación de prensa para limpiarse de sospechas y dudas respecto a las denuncias de espionaje que pesan sobre su gestión. Acusó al gobierno nacional y a la Policía Federal de boicotearlo y explicitó su apoyo solidario al cívico radical Gerardo Morales, al periodista Carlos Pagni del diario La Nación y a la señora de Noble, la dueña de Clarín.
Macri terminó desmintiendo a su propio jefe de policía, al afirmar que no conocía que el señor Ciro James era integrante de la Policía Federal, después que fuera ampliamente difundida la declaración del comisario Osvaldo Chamorro admitiendo ante la justicia que él sí sabía que James era funcionario policial.
¿Y Macri, los ministros Montenegro y Nadorowski que fue quien lo empleó, no lo sabían? …Vamos!
Pareciera que el gobierno porteño gastó ayer su último cartucho de credibilidad.
Es evidente que el escándalo irá creciendo hasta que la verdad caiga como un rayo justiciero. Y entonces, “agarrate Catalina”.
Ataque número 2.
Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas, fue acusado por los diarios Crítica y La Nación, de la utilización de un avión charter de la flota de la empresa, para volar junto a otros 41 amigos hasta Montevideo a alentar a la Selección argentina contra Uruguay.
Un indignado Recalde salió públicamente a desmentir el ataque, atribuido al ex gerente de Aerolíneas en épocas del “virrey” Marsans, Antonio Mata y actual propietario del diario Crítica.
Fue un vuelo regular donde todos pagaron sus pasajes. Incluido el propio Recalde y los tres amigos que lo acompañaban. Los demás eran todos pasajeros cuyo principal pecado fue ir a alentar a la Selección argentina de fútbol.
¿Lo publicado fue un error de información por comprar lo que se dice “carne podrida”? ¿O fue una operación política contra Recalde el mismo día que debía concurrir al Parlamento a brindar su informe institucional?
No caben dudas que fue un montaje de baja estofa.
Ataque número 3.
Gerardo Morales acusó a la dirigente jujeña Milagro Sala y la organización de trabajadores que preside, “Tupac Amaru”, de ser una asociación cuasi mafiosa.
Eso sí que es violencia, senador. Y de la peor.
Su socia y amiga, Elisa Carrió, detalló un supuesto “plan de operaciones violentas” que penden sobre los cielos de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo ejecutores serían piqueteros como los temibles jujeños.
La masiva movilización realizada en Jujuy, organizada por sus compañeros de la CTA, puso al descubierto que en realidad el ataque de la derecha opositora es contra el ejemplo de construcción, de dignidad y de lucha que representa el pueblo de Jujuy y la “Tupac Amaru”.
La estigmatizan como una forma de estigmatizar al conjunto de los trabajadores que se organizan en defensa de sus legítimos intereses.Y atacan su vinculación con el Gobierno de Cristina porque no soportan que haya un proyecto nacional y popular que defienda esos mismos intereses sociales.
La derecha mediática y la partidaria seguirán defendiendo sus privilegios, atacando ese vínculo histórico creado desde el día que asumió Néstor Kirchner la presidencia y que hoy continúa Cristina.
Que sigan ladrándole a la luna, si no tienen nada que hacer.
El pueblo, que es sabio y manso, ya sabe quién es quién en esta historia.


Jorge Giles. El Argentino. 23.10.09
http://www.elargentino.com/nota-63033-No-hay-mejor-defensa-que-un-buen-ataque.html

jueves, 22 de octubre de 2009

LA CONSAGRACIÓN DE LA PALABRA

El Teatro Argentino de La Plata ya es un lugar histórico.
Dentro de cien años se dirá que allí se anunció la construcción y el bautismo de los primeros pasos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual durante la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Anoche, la palabra liberada comenzó a dar sus primeros pasos. La custodia El Eternauta.
Entre lágrimas, fueron varias las escenas emotivas de hombres y mujeres que se agolpaban en las gradas, en un abrazo largo y colectivo que no terminaba nunca. Quizás la palabra más pronunciada fue: “Gracias”. Como si necesitaran agradecerse entre todos, una obra convertida en Ley de la Nación que devuelve la cultura, la educación, el trabajo, el pensamiento nacional, el fútbol, los dibujitos infantiles, el teatro, el cine, la democracia, la vida para todos y por igual.
Cuando desde los palcos superiores partieron los cánticos y consignas saludando agradecidos a Cristina y a Néstor Kirchner, todos sabían que se estaba produciendo en ese justo momento un acto de amor y unidad inquebrantable en la diversidad de expresiones culturales allí presentes.
“Nos necesitamos juntos”, escuchamos gritar, como si de pronto brotara de una boca, el alma y la memoria de todos.
Es que estos amores en el pueblo son inversamente proporcionales a la campaña de odio y resentimiento que la oposición y los monopolios mediáticos están tratando de imponer.
A mayor amor puesto en obras de gobierno, mayor será el odio de los egoístas y los poderosos.
A mejor calidad de vida, peor será el mensaje injurioso que se impongan.
Han caído en el absurdo de gritar “fuego, fuego” y los únicos que se incendian en el bochorno son los que gritan.
Denuncian que atacaron a Gerardo Morales con armas de fuego cuando sólo eran repudiables huevos podridos de tristes gallinas abandonadas.
Repudiable por cierto. Pero no hay que dar por el huevo más de lo que el huevo vale.
Exageran tanto que un día de estos van a declarar que “según las cáscaras encontradas en el lugar los huevos eran calibre 38”.
Es evidente que hay una campaña en marcha para instalar en el imaginario un clima de crispación que no existe.
Cristina y Néstor no desaprovechan ninguna ocasión para reiterar su predisposición al dialogo civilizado y poner la otra mejilla tantas veces sea necesario, al tiempo que los opositores y algunos patrones rurales repiten la línea violenta que les bajan Clarín y La Nación.
Por eso venimos advirtiendo que “no hay que pisar el palito”. Hay que hablar con el vecino, con el que está sentado al lado en este momento, con el compañero y el amigo, y desnudar esta campaña. Pero hacerlo así, suavemente, sin estridencias, con ternura, saliendo de la riña de gallos que proponen.
Es tan antiguo este recurso de los que se quedan sin poder habiéndolo tenido siempre que el Presidente Raúl Alfonsín ya lo denunció en su discurso del 13 de febrero de 1987.
“El diario Clarín titula como si realmente quisiera hacer caer la fe y la esperanza al pueblo argentino. Si el pueblo de la Nación fuera lo que Clarín dice que es, estaríamos todos destrozándonos entre nosotros”
Palabras de Alfonsín hace más de 22 años.
La palabra está libre y desnuda en la calle. Ya no es deber exclusivo y excluyente de un gobierno rescatarla y cuidarla. Es el deber de todo un pueblo.
Para que no suceda lo que enseñaba un poema de Paco Urondo
“Un hombre es perseguido, una familia entera, una organización, un pueblo. La responsable de esta situación no es la codicia, sino un comerciante con sus precios, con la imposición de las reglas del juego. Por eso ese hombre, ese pueblo, esa familia, esa organización, se siente perseguida. Es más, comienzan a perseguirse entre ellos, a delatarse, a difamarse…Entonces toda la familia, todo el pueblo, entra en el nivel más alto de la persecución: la paranoia, esa refinada búsqueda de los perseguidos históricos y culturales. Y ésta es la triste historia de los pueblos derrotados…”
Esta vez estamos advertidos por la historia.


Jorge Giles. El Argentino. 22.10.09
http://www.elargentino.com/nota-62885-La-consagracion-de-la-palabra.html

miércoles, 21 de octubre de 2009

ME MATAN SI NO TRABAJO Y SI TRABAJO ME MATAN

Mientras el Gobierno lucha contra la pobreza, los opositores luchan contra los pobres.
Así se desprende de las declaraciones opositoras contra las recientes medidas gubernamentales para redistribuir la riqueza con los sectores más humildes.
Duele la patria cuando se los escucha destilar tanto odio clasista.
Con Menem y De la Rúa, millones de argentinos fueron arrojados a la exclusión y la miseria en nombre de las políticas de ajuste. Era el fin de la historia y el trabajo.
¿Se acuerda, no?
Todo se desplomaba en una Argentina que se incendiaba consagrando al mercado como el gran regulador de la sociedad.
El Estado sólo estaba presente protegiendo a los poderosos.
De ese país venimos, el país donde la muerte gris y lenta del desempleo se instalaba sobre el hogar de los pobres.
Desde la llegada de Néstor Kirchner, y como consecuencia del giro copernicano en la política seguida desde el Gobierno, se recuperaron casi 5 millones de puestos de empleos en sólo 6 años. Crecieron todos los índices de desarrollo humano y se recuperaron áreas estratégicas del Estado soberano.
Pero revertir los daños impuestos durante décadas en el país, seguirá insumiendo mucho más esfuerzo, tiempo y voluntad política. Por parte de los gobernantes y de la dirigencia representativa de la sociedad.
“Lo importante es la dirección de los vientos”, diría el navegante.
Y para el ciudadano de a pie también es importante entender la dirección del camino emprendido por el país en estos últimos años.
La presencia de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner ayer en Avellaneda, en un nuevo encuentro inaugural del Plan “Argentina Trabaja”, con 100 mil puestos de empleos en una primera etapa, está marcando un sentido a la gobernabilidad de su gestión.
Más empleo. Más inclusión. Más justicia social. Esos son los vientos que soplan.
Seguramente no será nada fácil construir miles de cooperativas de trabajo en el territorio desvastado del país que más nos duele. Pero vale la pena hacerlo.
Claro, como en la canción popular, “me matan si no trabajo y si trabajo me matan”, hay opositores tan llenos de egoísmo y de resentimiento social, que disparan munición gruesa contra la recuperación de la dignidad de los trabajadores.
No es esta una apreciación capciosa sino apenas la fiel interpretación de lo que ayer dijeron oponiéndose al aumento en las asignaciones familiares y el ingreso a la niñez para los pibes más humildes.
Los monopolios de la desinformación se despiden así a toda orquesta del escenario mayor. Cada título que disparan es una operación política. Escriben y hablan manoseando la palabra.
Por eso y en homenaje a la Ley de Comunicaciones de la democracia que se presentará hoy en el mismo lugar donde fuera anunciada, en el Teatro Argentino de La Plata, recordemos lo que decía de esa prensa, Raúl Scalabrini Ortiz, rescatado en la magistral obra de Norberto Galasso:
“Un artículo inocente, un editorial sin trascendencia, un antecedente aportado por un jurista, un ensayo, una opinión colateral, son modelaciones que se sincronizan en la gran voz de la publicidad. Al igual que los integrantes de una orquesta, la acción de cada uno de ellos se pierde en la ola de acordes de la sinfonía. Aquí también los políticos parecen libres como los músicos de la orquesta…pero soplan la flauta no cuando quieren sino cuando les corresponde soplar”
De esa dictadura mediática señalada hace medio siglo por Scalabrini, la Argentina comienza a liberarse.
Y esa es la crispación que sienten los profesionales de la desesperanza, los doctorados en pesimismo, los licenciados en la desgracia ajena.
La afirmación de Carrió diciendo ayer que “vamos a terminar con los chiquitos y el choripán llevados para cobrar los ingresos” es tan perversa y repudiable como el espionaje a los maestros y a los familiares de las víctimas de la AMIA realizados por oscuros funcionarios del gobierno de Mauricio Macri.


Jorge Giles. El Argentino. 21.10.09

martes, 20 de octubre de 2009

NO HAY QUE PISAR EL PALITO

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso anoche un aumento del 33 % en las asignaciones familiares para los hijos menores de 18 años, beneficiando de este modo a 5 millones de pibes argentinos. Pero…
La nueva Ley de Comunicación de la democracia ya está en marcha y hará su consagración estelar mañana en el mismo teatro donde fuera anunciada en marzo pasado. Pero…
El proyecto de Ley para facilitar la búsqueda de los 400 nietos secuestrados durante la dictadura se tratará en los próximos días en el Parlamento. Pero…
El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se solidarizó con Gerardo Morales por los incidentes ocurridos en Jujuy. Pero…
La Presidenta y Néstor Kirchner, hicieron un llamado sustantivo al debate de ideas y a evitar cualquier provocación que provenga de la oposición al proyecto nacional y popular. Pero…
La Ley sobre el funcionamiento de los Partidos políticos, la democracia interna y la participación ciudadana, ya está a punto de ser debatida en el Congreso. Pero…
Podríamos seguir enumerando proyectos y medidas concretas que el Gobierno adopta día a día, los cambios sustanciales que impactan sobre la realidad concreta de los argentinos y las injusticias que aún faltan reparar para alcanzar un estado de pleno imperio de la justicia social.
Pero…sabemos que nada será capaz de calmar la actitud mezquina y francamente obstructiva de la oposición partidaria y mediática.
¿Sabe por qué? Por que en realidad el propósito que buscan con sus declaraciones altisonantes y sus editoriales catastróficas es desestabilizar este proceso político, negarlo, boicotearlo, agredirlo hasta el límite que les sea posible.
A falta de propuestas alternativas y de estatura democrática, reptan sobre el lodo con sus provocaciones antisociales.
Se enfrentan con lo mejor que tiene este pueblo, su memoria histórica.
Cuando los opositores creen que atacan al Gobierno nacional, denunciando y amenazando con la derogación judicial de la Ley de Comunicaciones, en verdad están atacando a todas las organizaciones políticas, sociales, culturales, artísticas, periodísticas que la forjaron.
Y cuando Elisa Carrió blasfema y arremete como lo hizo en su reaparición escénica, defendiendo a la dueña de Clarín, sospechosa de haber adoptado a dos chicos secuestrados, está ofendiendo a las Abuelas de Plaza de Mayo y a los hijos de los 30 mil desaparecidos causados por la dictadura de la que ella fue funcionaria en la provincia del Chaco.
Es vergonzosa la actitud de una dirigencia opositora que afirma como lo hicieron ayer, que no aceptan la solidaridad ofrecida justamente por el gobierno que más escraches y actos de violencia recibiera en 26 años de democracia, que estigmatiza a la jujeña Milagro Sala por ser una dirigente representativa de los sectores populares más humildes y que dice que le importa un comino lo que se haga con las leyes por que cuando ellos asuman en el Parlamento, echarán todo para atrás.
Dan vergüenza ajena.
Pero en estas circunstancias es cuando se precisa la sabiduría de un pueblo manso y valiente. No hay que pisar el palito de la derecha.
Una derecha que preferiría mil veces un seudo progresismo testimonial y que juegue en la cancha que los poderes económicos y mediáticos impongan, pero que no se banca que el espacio social de la transformación de centroizquierda esté ocupado por ese movimiento invertebrado, confuso, contradictorio, indócil, políticamente incorrecto, como es el que constituye el movimiento nacional, popular y democrático que hoy gobierna.
Ese movimiento viene descolocando a los dogmáticos de un lado y otro del dial desde que somos una nación y un pueblo. Por eso sus adversarios se desesperan y buscan al mismo tiempo, que todos se desesperen.
Que nadie les de el gusto. Y cuando dude, observe la mirada de odio de Carrió para saber donde anida el huevo de la serpiente.
Hay mucho por andar todavía y el día de la justicia recién comienza.

Jorge Giles. El Argentino. 20.10.10

lunes, 19 de octubre de 2009

LA PAZ ES UNA CATEGORÍA POLÍTICA DE LOS PUEBLOS

Faltan apenas siete meses para el festejo del Bicentenario patrio.
Un suspiro en la historia.
Llegaremos a ese día con un país signado por la adrenalina propia de un Mundial de fútbol; por los primeros pasos en la implementación de la Ley de Comunicaciones que nos devuelve la voz a todos por igual; por la implementación del plan social de empleos “Argentina trabaja” que permitirá la incorporación a la cultura del trabajo a casi medio millón de compatriotas; por el avance en la consolidación de la unidad latinoamericana y los nuevos rumbos estratégicos en el intercambio con la India, China, Rusia y el África; por el apuro en resolver los problemas de inclusión social en miles de hogares; por la puesta en marcha de un sistema moderno de partidos políticos que le devuelva la decisión jerarquizada a los ciudadanos y no a las transas de las cúpulas partidocráticas.
Todo junto a la vez. La democracia en su plenitud.
Sin dudas será un festejo de mayorías, a diferencia del primer centenario.
De todos modos, la pugna entre los dos modelos de países continuará y los que resisten al cambio seguirán con sus agravios y difamaciones.
Si la nave del Estado y el Gobierno democrático avanzan sin torcer su hoja de ruta, la Argentina estará más cerca de convertirse definitivamente en una nación soberana, igualitaria, democrática y desarrollada.
Para lograrlo, tendrá que escapar de todos los señuelos y emboscadas que le tiendan los enemigos del pueblo.
En el relato de nuestra historia criolla encontraremos las huellas para seguir.
Cada vez que se atacó al movimiento nacional, popular y democrático, los agresores enarbolaban la razón y el iluminismo de la barbarie civilizadora.
Agredían al pueblo, pero el pueblo era el culpable.
Torturaban, desaparecían, encarcelaban, violentaban la convivencia social, pero lo hacían en nombre de la “pacificación nacional”. Venían a desorganizar, desguazar, descuartizar y deshacer un país, pero lo hacían a nombre de un “proceso de reorganización nacional”.
La lógica siempre fue la misma. El violento siempre se victimiza.
¿Qué es lo que viene ocurriendo en la Argentina sino un remedo de aquellas doctrinas de ese pasado antagónico que los argentinos queremos dejar atrás para siempre?
Allí está como el caso más emblemático y doloroso, la desaparición de Julio Jorge López, testigo de los juicios contra los genocidas que alentó decididamente este proyecto político que gobierna desde el 25 de Mayo del 2003.
Allí está el asesinato del maestro Fuentealba en manos de la policía salvaje del ex gobernador derechista, amigo de Macri y De Narváez, Jorge Sobisch.
Allí está el desabastecimiento de la patronal rural en el conflicto del año pasado y el centenar de agresiones físicas sufridas por Agustín Rossi, Patricia Vaca Narvaja y otros legisladores oficialistas.
Sin embargo, siguiendo el manual de instrucciones que utilizan, la derecha se presenta como una dulce palomita torcaza y pintan a los gobernantes como crispados, agresivos, provocadores. Es toda una táctica la de ellos. Tiran la piedra y esconden la mano. Provocan todo el tiempo en generar un clima de hostilidades en un país que precisa de la paz para crecer como del aire para respirar.
En esa trampa nadie que se precie ser parte del proyecto nacional deberá caer.
La paz es una categoría política de los pueblos.
Y la fuerza es el derecho de las bestias, como decía sabiamente Perón.
Cuántas verdades brotaban del Negro Fontanarrosa aquel día que disertó sobre “las malas palabras”, no las que pronuncia el Diego, sino las que dice Elisa Carrió cuando trata con cariño un posible crimen de los genocidas y ofende a las Abuelas de Plaza de Mayo y a quienes fueron elegidos por la voluntad popular.
Pongamos las cosas en su lugar. En este país, las víctimas de la violencia siempre estuvieron del lado del pueblo. Hay 30 mil razones para fundamentarlo.
Que nadie tenga la desvergüenza de transfigurar tamaña verdad histórica.


Jorge Giles. El Argentino. 19.10.09
http://www.elargentino.com/nota-62359-La-paz-es-una-categoria-politica.html

domingo, 18 de octubre de 2009

Una nueva etapa política está comenzando

El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aprobó la nueva Ley de Comunicación y el Presupuesto 2010, inauguró la ruta al siglo XXI con la misión a la India y ya prepara nuevos rumbos y medidas que darán mucho que hablar en los próximos días.
Recupera la iniciativa, no con golpes efectistas, sino con transformaciones muy profundas.
En simultáneo, se suceden múltiples actividades políticas que le otorgan sustento territorial y cultural al modelo gobernante, en torno al debate de ideas de cara al bicentenario patrio.
Enfrente, hay un verdadero caos de transito entre opositores que dicen y se desdicen todo el tiempo, se pelean, se reconcilian y se vuelven a distanciar ya sin disimulos.
Al no cuajar ningún proyecto alternativo están impedidos de amarrar seriamente un espacio de referencia con algún grado de credibilidad ante la sociedad.
El Acuerdo cívico radical está roto y nada hace suponer que se recomponga; sus partes empujan en direcciones contrarias. Stolbizer contra Carrió, ésta contra Cobos, Cobos contra Gerardo Morales y viceversa.
La derecha explícita de De Narváez, Macri y Solá, estalló por los aires. Era previsible. La confesión de Felipe Solá nos exime de abundar en otras consideraciones: “sólo nos juntamos para las elecciones y ahora Macri es mi adversario”, dijo sin ponerse colorado.
Es la maldición de las alianzas electorales por mero oportunismo.
Pobre de los argentinos si estos rejuntes llegan a ser gobierno algún día.
Duhalde está desconcertado. No tiene ningún piloto para promover. Terminó por proponerse él mismo como candidato, pero sin éxito alguno. Nadie lo llamó ni lo felicitó. Ni siquiera Chiche.
De allí la sana advertencia de no caer en provocaciones ni sumarse a la política de agudización de conflictos, por que es el escenario preferido para el regreso de los que sólo saben pescar tiburones en aguas enrojecidas.
Entramos de lleno en una etapa caracterizada por la revelación de la crisis. Es el resultado de la contradicción, aún irresuelta en términos definitivos, entre los dos modelos de país que disputan la hegemonía. Entre los sectores populares que pugnan por profundizar el modelo de crecimiento y redistribución de la riqueza y los representantes del viejo poder económico y político que resiste al cambio.
Todo está a la vista. Mientras el país sigue creciendo, el poder mediático, desnudo en el escenario, perdió su prestigio de emisor de “la verdad absoluta”.
La caída no sólo es económica por las mermas en sus ingresos millonarios. Es profundamente cultural. Una buena parte de la sociedad ya sabe que mienten, movidos por la defensa de sus intereses. Pero cuidado, resistirán con las peores maniobras que sean capaces de operar desde sus titulares.
El prestigioso programa “678” del canal público muestra con ingenio e inteligencia las consecuencias del bombardeo mediático sobre el sentido común de una parte de la sociedad que repite de modo acrítico los latiguillos que imponen los gerentes informativos y sus movileros.
No obstante, las ideas dominantes que impusieron los monopolios a la sociedad están sentadas en el banquillo de los acusados o al menos bajo sospecha colectiva.
El poder ejercido por los monopolios mediáticos, inconmovible durante décadas, entró en crisis cuando se articularon dos elementos imprescindibles para cualquier transformación democrática: el núcleo activo social que lo cuestionaba y el Estado, que marcha hacia la consolidación de un proyecto de país más inclusivo y participativo.
Es todo un rasgo peculiar de la Argentina de hoy.
En situaciones pasadas, el Estado actuaba de sostén de los viejos poderes establecidos y la sociedad organizada debía batallar en la intemperie para consagrar una etapa semejante a la que hoy vivimos.
La profundidad de este proceso, precisamente, está en que los monopolios informativos, esos que expresan la infantería más poderosa del relato dominante, han perdido una batalla estratégica en el plano cultural, han perdido el prestigio de haber sido “la voz” de ese eufemismo llamado “opinión pública” y han perdido el dominio sobre el Estado. Mientras que los actores sociales múltiples que intervinieron para llegar a esta instancia, lo hicieron junto al propio gobierno democrático.
Todos ellos, con la voluntad del proyecto nacional y popular del gobierno de Cristina y el liderazgo político de Néstor Kirchner, lo hicieron posible.
Ese caos opositor que mencionamos al principio, debe ubicarse en este marco, para poder entenderlo en su justa dimensión. Es muy interesante abordar el análisis de la coyuntura ligando todos los elementos que se corresponden, interactúan y/o se contradicen entre sí.
Las obscenas declaraciones de Elisa Carrió, por ejemplo, hieren la memoria de este pueblo y provocan la indignación de las Madres, Abuelas y las víctimas del terrorismo de estado. Pero también demuestran que los campos de la pugna política empiezan a estar tan demarcados que los opositores necesariamente deben seducir al poder económico mediático para aferrarse al leño que, en su imaginario, los catapultará a posicionarse mejor de cara a las elecciones del 2011. De eso se trata.
De seducir al capital, no combatirlo como afirma la marchita.
En este plano, no habrá que asombrarse porque la derecha haya transformado el comité partidario en un bufete de abogados, sabuesos e investigadores que husmearán sobre toda posibilidad de judicializar la política de acá en más.
Así como habrá que entender las razones de belicosidad que expresan algunos sectores políticos minoritarios que, como otras veces en la historia, ven reducirse sus aspiraciones sectoriales en la medida que el frente político que tiene su columna en el peronismo y que abarca a una amplia gama de expresiones progresistas y de centro izquierda, cubre todo o gran parte del espacio social del campo popular.
A ellos también la etapa les brinda la posibilidad de optar por fortalecer este proceso, con todas sus contradicciones y falencias, o debilitarlo en nombre de las más nobles causas. Es de esperar que no terminen como otras veces, siendo funcionales a los intereses de los enemigos del pueblo.
La coyuntura más que nunca es un retazo de la historia argentina. Por eso es posible afirmar que la recuperación de la iniciativa política por parte del Gobierno no es producto del azar, ni de la impericia opositora, ni de la voracidad de Olivos, como lo presentan Clarín, La Nación y sus socios políticos. Hay componentes diversos sin dudas, pero el cuadro general se entiende en el marco de los vientos de cambio que sacuden América Latina, de la crisis letal que sufren las ideas neoliberales en el mundo y las políticas correctas implementadas por un modelo de gobierno decidido a transformar la Argentina en un país con desarrollo industrial, consumo interno, inclusión social y plena soberanía.
Cuando el modelo nacional y popular gobierna defendiendo y expresando estos intereses, el progresismo acostumbra a acompañar el proceso antes que priorizar sus intereses de sector.
Anteponer la unidad, ahora que los heraldos del neoliberalismo se atomizan, es un deber moral más que político.
Es posible que para la derecha, el kirchnerismo sea el movimiento incorregible que habrá que mellar fuertemente desde ahora y hasta la próxima disputa electoral nacional. La contraofensiva de los medios será despiadada y exigirá pruebas de amor a todo el arco opositor para ubicarlo en cartelera frente al oficialismo. Los opositores, a falta de proyecto y de políticas superadoras, se chocarán entre ellos por ver quién es más y mejor movilero de esos grandes medios.
El disparate de Carrió, el de Aguad, el de Julio Cobos, la incertidumbre ciclotímica de Duhalde, la pobreza intelectual de Macri y De Narváez, pugnarán por desplazar en su fanatismo a Van der Koy y Morales Solá si fuese necesario hacerlo.
Todo vale para el que se quedó sin pueblo.
Es una etapa que preanuncia un salto de calidad en la institucionalidad democrática y en mayores niveles de inclusión y justicia social. Caído el muro mediático caerán todos los muros que impidieron el desarrollo del país hasta el presente. Esto requiere la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales que propugnan el cambio en la certeza que, semejante epopeya, no debería ser patrimonio circunstancial de una sola fuerza política. Para ello se requerirá no solo generosidad y apertura, sino evitar que cualquier anacronismo vanguardista en los análisis, haga suponer que este proyecto político es sólo una transición y una circunstancia fortuita de la historia. Es lo que pensó una parte de la izquierda liberal sobre el peronismo, desde 1945 en adelante, para terminar siendo apoyatura del conservadorismo. Siempre se aprende de la historia.
Dijo alguna vez Néstor Kirchner que de Perón y Evita hay que acordarse cuando se gobierna. En tan simple y profunda reflexión está la clave para entender este proyecto que marcha, con nuevas transformaciones, hacia el bicentenario patrio.


Jorge Giles. Miradas al Sur. 18.10.09

viernes, 16 de octubre de 2009

ERA EL SUBSUELO DE LA PATRIA SUBLEVADO


17 de Octubre será mañana. Desde 1945, proclamado como Día de la Lealtad.
Volverá Raúl Scalabrini Ortiz a recorrer las callecitas de Buenos Aires para contarnos que “el sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo cuando las primeras columnas de obreros comenzaron a llegar. Llegaban cantando y vociferando unidos en la impetración de un solo nombre: Perón. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendientes de meridionales europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.
Era el subsuelo de la patria sublevado. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río.
Aquellas muchedumbres que salvaron a Perón del cautiverio, eran las mismas multitudes que asistieron recogidas por el dolor al entierro de Hipólito Irigoyen, las mismas que lo acogieron cuando el pueblo argentino comenzó a reconocerse a sí mismo.
Son las mismas multitudes argentinas armadas de un poderoso instinto de orientación, político e histórico, que desde 1810 obran inspiradas por los más nobles ideales cuando confían en el conductor que los guía. Con esa sustancia se elabora la historia.
Aquel día vi el rostro de la historia en toda su esplendorosa plenitud.
Por allí, alguien, un sencillo magnifico, gritó con voz estentórea:
¡Aquí comienza la rebelión de los pueblos oprimidos!
Yo regué con una lágrima viril esas palabras para que no se marchitaran nunca”
Y John William Cooke hará tronar su dulce voz para afirmar que desde ese día, “el peronismo es el más alto nivel de conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina”.
Arturo Jauretche se mojará las patas en las fuentes del pensamiento nacional, para decir que “el 17 de Octubre, más que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo país con su vanguardia más combatiente”
Y será Juan José Hernández Arregui el que sume a la polifonía de estas voces luminosas, su propia voz para afirmar que “Octubre no sólo fue una lección histórica para las fuerzas del antiguo orden, sino la gigantesca voluntad política de la clase obrera. Su adhesión a Perón no se fundó en artes demagógicas sino en las condiciones históricas maduras que rompían con las antiguas relaciones económicas del régimen de la producción agropecuaria, que superaban los programas de los partidos pequeños burgueses. La revolución política exigía la reforma social”
Un maestro de escuela, escritor y poeta, Leopoldo Marechal, nos regala un bello soneto a la Epopeya que hablando de este pueblo decía “De pronto alzó la frente y se hizo rayo, era en Octubre y parecía Mayo, y conquistó sus nuevas primaveras. El mismo pueblo fue y otra victoria, y como ayer enamoró a la gloria. ¡Y Juan y Eva Perón fueron banderas!”
Es cierto que la historia no se repite. Pero es un viento que orienta. Es una huella en el camino. Un farolito que alumbra en la más oscura noche. Una canción que recuerda quiénes somos y de dónde venimos. Para eso sirven estos días, para apreciarnos mejor y aprender a reconocer dónde está el compañero y dónde el histórico adversario.
¿Dónde estaría entonces la opositora que hoy protege obscenamente el crimen de los desaparecidos y sus hijos apropiados por los represores y sus poderosos cómplices civiles?
¿Dónde estarían los opositores que hoy renuncian a la digna disputa de la política para convertirse en sabuesos, alcahuetes y conversos de la más baja estofa?
¿Dónde estarían los gerentes de los monopolios mediáticos que hoy se rasgan las vestiduras por una Ley de la democracia que nos hace más libres?
Sobre la medianoche de aquel día, se oyó hablar a Perón con su pueblo.
“Trabajadores. Hace casi dos años desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida. La de ser soldado, la de ser patriota, la de ser el primer trabajador argentino. Trabajadores. Únanse. Sean hoy más hermanos que nunca…”
Hay que seguir el rastro de esa huella solidaria. Es la cuna de nuestro futuro.


Jorge Giles. El Argentino. 16.10.09
http://www.elargentino.com/nota-62082-Era-el-subsuelo-de-la-Patria-sublevado.html

jueves, 15 de octubre de 2009

MARADONA, GANDHI, PERÓN, UN SÓLO CORAZÓN


¡Estamos adentro del Mundial!
Sufriendo, como corresponde, pero adentro.
Del otro lado del mundo, la otra Selección argentina encabezada por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, culminó una histórica visita a la República de la India.
Fue un éxito por donde se lo mire; en lo político, comercial, cultural y en el plano de solidaridades compartidas; un signo de los intercambios basados en la cooperación y no en la imposición.
La Declaración de apoyo a la Argentina en el reclamo por las Islas Malvinas, es una prueba de ello.
A los jugosos informes de nuestro corresponsal sumamos un par de reflexiones, que tienen directa relación con la historia, el presente y el futuro que se construye entre ambas naciones.
Esta India de hoy es la India del Mahatma Gandhi, aquel predicador de la no violencia que lideró el proceso político que llevó a la modernidad a su país, sometido entonces por el Imperio británico.
Hablar de Gandhi es remitirse, casi por reflejo, a la idea de la paz y el pacifismo como método de resolución de las contradicciones de una sociedad.
Para muchos autores, ello configura una versión reduccionista del enfoque gandhiano.
La pedagogía colonizadora hizo estragos con la verdadera historia de los grandes hombres. Y así como nos transmitieron durante generaciones un San Martín de bronce y sin alma, supieron difundir un Gandhi edulcorado y sin brillo político.
El padre de la India, en realidad, fue uno de los más trascendentes dirigentes revolucionarios de los Movimientos de Liberación Nacional en el mundo.
Un político, un intelectual y un líder nacional que dirigió a su pueblo hacia la independencia.
Nos permitimos recomendar un añejo libro de EUDEBA, Desarrollo y Modernización, con introducción de Oscar Nudler y cuyo texto principal está basado en los aportes de Amritananda Das y Ashis Nandy, para comprender en profundidad el proceso de esta nación que, nos atrevemos a adelantar, tendrá mucho que ver con los argentinos en un futuro inmediato, casi tanto como los países de la región.
De este libro aprendemos que Gandhi concibe la acción contra la pobreza como la suma armónica de las siguientes actividades:
*la generación de oportunidades de empleo y autoempleo
*la producción aumentada de los bienes para consumo y cuya demanda crecerá con mayores niveles de ingreso
*la producción aumentada de los insumos que las actividades de empleo masivo necesitan para sustentar el nivel creciente de la producción en el sector de trabajo intensivo.
*la coordinación del crédito, la provisión de insumos, la comercialización y las actividades de inversión del ahorro.
*la aplicación de medidas coordinadas para asegurar las actividades de empleo masivo y en consecuencia desalentar las que desalienten las mismas.
Para desarrollar estas acciones, Gandhi concibió una estrategia y un programa intensivo basados en la organización de grupos cooperativos, la activación de comunidades locales como unidades de reflexión, planificación y acción; la modificación de los hábitos de trabajo, consumo y ahorro de los más pobres, así como el manejo armonioso de los conflictos que tienden a emerger en los procesos de mejoramiento de la situación de los pobres mediante métodos no violentos.
Estos conceptos explican la correspondencia del pensamiento gandhiano y el pensamiento nacional y popular entroncado en el peronismo desde mitad del siglo XX.
Subraya en varios pasajes de sus legados políticos y económicos, la importancia esencial que cumplen las causas patrióticas y nacionales como motivadoras imprescindibles para encarar la reconstrucción de un pueblo en base al empleo digno. No hay liberación social sin liberación nacional y viceversa.
Creemos que repasar estas enseñanzas gandhianas ayudará a ponerle un justo contexto a estas relaciones internacionales que seguramente darán más trabajo y mayor producción a los argentinos, pero por sobre todo nos nutrirán de una cultura universal que viene desde el fondo de la historia de la humanidad.


Jorge Giles. El Argentino. 15.10.09

miércoles, 14 de octubre de 2009

QUE SE ROMPA PERO QUE NO SE DOBLE

El proyecto de nación que gobierna la Argentina se maneja con los tiempos que le otorgó la historia.
Se sabe y siente heredero de las mejores páginas escritas por el movimiento nacional y popular cada vez que contó con un gobierno consecuente con los intereses de las grandes mayorías.
Y no quiere defraudar esa historia.
En esta primera definición se deberá entender la decisión oficial de avanzar en la puesta en acción y en derecho, de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada por el Parlamento.
Lo que se dice habitualmente, sin prisas pero sin pausas.
Si los opositores amenazan con no nombrar sus representantes en la Autoridad de Aplicación, como afirmó ayer el diputado radical Oscar Aguad, allí está el diputado Agustín Rossi para responderle que este tren no se detiene y sigue su marcha, con los opositores o sin ellos.
En esta circunstancia puntual, que en realidad es un repique de lo que viene sucediendo en los últimos tiempos, se puede leer la génesis de este proceso político.
Hoy gobierna un proyecto de país, más que un partido o factoría partidaria. Hay un modelo en desarrollo, con un equipo que ejecuta la agenda de gestión cual si fuese una hoja de ruta delineada en base a principios y resultados a alcanzar.
No hay barquinazos en función de la coyuntura. Hay un norte señalado y hacia él se avanza con decisión y voluntad política.
Pero ¿qué me cuentan de la oposición radical?
Practican un abstencionismo de derecha.
Recordemos que el padre del radicalismo, Leandro N. Alem, acuñó la frase que titula nuestra nota de hoy, como un mandamiento fundante del partido centenario que heredó después Hipólito Irigoyen.
Ante la oligarquía conservadora de fines del siglo 19 y principios del siglo 20, se abstuvieron de participar en procesos electorales o de contubernio, cuantas veces creyeron necesario hacerlo. Eran la fuerza del cambio social.
Hasta que llegó el peronismo, inaugurando un tiempo cultural y un ciclo político que, con sus virtudes y defectos, con sus afirmaciones y sus contradicciones, sigue demostrando que está vivito y coleando.
Pero volviendo al concepto de intransigencia y abstención del radicalismo original, hay que decir que el mismo se nutría de un impulso revolucionario y transformador.
Como el kirchnerismo hoy.
Y esa es la patética diferencia con esta abstención del partido de Gerardo Morales y Oscar Aguad, que participan en la defensa de los intereses de los monopolios de la comunicación y se abstienen de hacerlo en las sesiones parlamentarias y en los ámbitos donde la democracia defiende los intereses populares.
Por ese camino, se quedarán cada vez más solos de pueblo y más llenos de oligarquías. Allá ellos.
Cuánto podrían aprender del socialismo que lidera Jorge Rivas, quien al asumir ayer la Secretaría General de su partido, llamó “a construir un partido fuerte que ayude a profundizar los cambios mientras se trabaja en el armado de una herramienta moderna y auténticamente revolucionaria”
Cuánto deberían escuchar al socialista Oscar González afirmando que “el socialismo es una organización políticamente autónoma, que colabora con el Gobierno nacional en la medida en que la mayoría de sus políticas públicas son coincidentes con los valores y principios socialistas”
Es evidente que ese radicalismo de comité prefirió perpetuarse en una foto con el genocida Luciano Benjamín Menéndez antes que abrir las ventanas de su propia historia. Para que entre aire nuevo, al menos.
La derecha sí que es coherente cuando gobierna. Lo hace reprimiendo, espiando y calumniando.
El reclamo de interpelación a Mauricio Macri y la renuncia de ministros que ayer hicieran los docentes porteños por el espionaje a familiares de las víctimas del atentado a la AMIA y a trabajadores de la educación, lo demuestra con escandalosa elocuencia.
Ojala que para remediar tanto bochorno opositor, un gol de Martín Palermo o de quien sea, esta noche nos prolongue la alegría de gritar como Dios y la Ley de Comunicación mandan.


Jorge Giles. El Argentino. 14.10.09
http://www.elargentino.com/nota-61743-Que-se-rompa-pero-que-no-se-doble.html

martes, 13 de octubre de 2009

ALGO MUY IMPORTANTE HA SUCEDIDO EN EL PAÍS

Hoy, martes 13, nos volvemos a encontrar, como siempre.
En la calle, en la oficina, en la fábrica o en las aulas. Todos intuimos que este país no es el mismo que el de la semana pasada. Algo muy importante ha sucedido en la madrugada del sábado 10 de octubre con la sanción definitiva de la nueva Ley de la democracia sobre Medios audiovisuales.
Desde hoy iremos desgranando, paso a paso, las diversas consecuencias que afectarán nuestro hábitat democrático y por tanto nuestras respectivas vidas; como ciudadanos de a pie y especialmente como pueblo.
La Ley es una realidad para festejarla o para chocar contra ella. Innegablemente, una realidad constante y sonante.
Una primera reacción apreciable en estas horas, es la reafirmación de la conducta de algunos opositores ante una historia que empieza escribirse con la desmonopolización de los grandes medios y la construcción de un espacio social y cultural, amplio y diverso, que concretará, más temprano que tarde, la era de la democratización plural de los medios de comunicación audiovisual.
Que los dueños y los gerentes de los monopolios cacareen con que van a ir a los estrados judiciales a denunciar y rechazar la nueva Ley para proteger sus presuntos y falaces “derechos adquiridos”, es de algún modo entendible.
No es justificable ni económica ni moralmente. Porque que quienes ostentaron la multiplicación desmedida de sus bienes, ahogaron a las pequeñas empresas de radio y televisión de los pueblos del interior, impusieron la agenda política a los distintos gobiernos desde la dictadura hasta acá, rebosaron sus cajas de caudales con las ganancias exorbitantes que lograron en las últimas cuatro décadas, no pueden presentarse como “carmelitas descalzas” a implorar la defensa de sus multimillonarios medios de comunicación.
Pero actúan como lo que son, propietarios avaros, mezquinos, obscenos, desmedidos.
Lo que resulta más escandaloso es que los principales dirigentes políticos y legisladores de los partidos de la oposición, como el jefe del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad, salgan públicamente a decir lo mismo que los empresarios de Clarín, por ejemplo.
Este legislador dijo ayer, en perfecta sintonía con los directivos de los monopolios, que “si vamos a ser mayoría desde el 10 de diciembre, por lo menos en los temas institucionales tenemos que actuar con mucha seguridad y mucha urgencia” y agregó “si somos todos los que creemos, tenemos que ser 134 los diputados dispuestos a revisar la ley de medios, y derogar rápidamente el artículo 161 que es el que impulsa el desguace de los medios de comunicación en el plazo de un año”
¿Se da cuenta?
Hablan como abogados defensores de las empresas más que como legisladores del pueblo. Cuando este señor tuvo que debatir y defender sus posturas en el Parlamento, ordenó a su bloque levantarse y se fueron del recinto sin discutir. Y en el Senado no perdieron esas posturas en contra de la Ley por un voto, sino por goleada (44 a 24).
¡Un poco más de respeto a la democracia! Y si tanto les cuesta, disimulen al menos.
Cuando un político pierde en el campo de la democracia, se recupera de su ocasional derrota en el mismo campo de disputa. Claro, hablamos de políticos de buena estirpe.
Que vayan a la justicia, que pataleen después del 10 de diciembre, que se animen a derogar artículos. Seguirán enterrando en el lodo de la desvergüenza, el mínimo decoro republicano que aún les pueda quedar.
Abreviemos: la oposición no da pie con bola.
En la otra orilla, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner recuperó su lozanía, su base de sustentación política, su iniciativa gubernamental. Lo venía haciendo desde el 29 de junio.
Pero este último triunfo parlamentario lo consagra en un espacio político y social tan amplio que permite augurar un tiempo de nuevas victorias basadas en la unidad de un frente nacional y popular, capaz de emprender las otras transformaciones que aguardan sabiamente su turno.


Jorge Giles. El Argentino. 13.10.09
http://www.elargentino.com/nota-61564-Algo-importante-ha-sucedido.html

domingo, 11 de octubre de 2009

UN NUEVO PAÍS, UNA NUEVA DEMOCRACIA

PANORAMA POLÍTICO

El sistema democrático argentino ha cambiado su eje de rotación.
Si hasta ahora giró en torno a la agenda que le imponían los poderes económicos y sus monopolios mediáticos, el Congreso de la Nación sancionó una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que de aquí en más, posibilita a la democracia girar institucional y políticamente, alrededor de su propia potestad soberana, la que emana de la voluntad popular.
Somos cuidadosos eligiendo cada palabra, ahora que la palabra recupera su sentido libertario. Y por eso decimos que la Ley posibilita pero no asegura por sí misma la construcción de una nueva institucionalidad. Por que eso es asunto de la cultura de un pueblo y una nación.
Dijo bien el Senador Fabián Ríos en la histórica sesión cuando señaló que la principal meta política del bloque oficialista era quebrarle el espinazo a la matriz autoritaria de la legislación de la dictadura e imponer una nueva matriz de la democracia. Perfectible en el tiempo, pero de la democracia.
Allí, en esa gruesa diferencia, confrontaron las dos posiciones en pugna. Ganó por amplia mayoría la matriz democrática.
Esta vez, más que nunca, la política y sus representantes legislativos, sufrieron múltiples fracturas expuestas. No hubo ambigüedades ni sutilezas del lado opositor. Verbalizaron taxativamente su opción por los monopolios privados antes que cualquier aproximación, siquiera, a una eventual posibilidad de soberanía estatal.
En la disyuntiva de tener que elegir por la defensa de la propiedad privada o de los bienes públicos, los legisladores que fueron elegidos para defender siempre lo público, terminaron eligiendo a las empresas del capital privado.
Claro que la disyuntiva así planteada, es falsa y peligrosamente tendenciosa. Pero si la consignamos es por que la oposición la trajo al ruedo del debate. Y para colmo de males, prefirieron ser abogados defensores del status quo antes que representantes populares.
Toda una definición de roles.
El viernes 9 de octubre la democracia subió al escenario mayor de la república, mostrando todas sus facetas, sus virtudes y sus miserias.
Allí estaba la Plaza de los Dos Congresos cubierta de pueblo como pocas veces. Era una concurrencia masiva, colorida y multisectorial. Una miscelánea armoniosa de hombres y mujeres de barrios humildes, de sectores medios, de oficinistas y profesionales, de artistas populares, organizaciones sociales y trabajadores.
Sabían por qué estaban allí. Siempre que el pueblo se moviliza, intuye su destino. El inmediato y el lejano. Sin embargo, la pequeñez y el extravío nocturno de los opositores, les hizo afirmar que “esa gente que está afuera, no sabe por qué la trajeron y por qué está allí”.
La Senadora Marita Perceval puso las cosas en su lugar cuando pidió el respeto por la conciencia popular que afuera, en la plaza, se ponía de manifiesto.
La falta de pudor y de decoro hizo que los senadores radicales, para vergüenza de sus propios antecedentes partidarios, reafirmaran el concepto reaccionario y antipopular que habían manifestado durante sus largas y tediosas exposiciones.
Es importante señalar la representatividad de quienes encabezaban la convocatoria frente al Parlamento. Por que en estos espacios seguramente anida una parte importante y dinámica de la Argentina que viene.
En el escenario montado estaban los dirigentes de la CGT y la CTA, que acompañaban a los miembros de la Coalición por una Radiodifusión democrática, funcionarios del COMFER y la Secretaría de Medios y los protagonistas principales de la larga lucha que culminó en la aprobación de la Ley.
Pero el rasgo distintivo de la masiva concentración fue la presencia mayoritaria de la juventud. Sus bailes, sus consignas y sus permanentes cánticos le dieron una particular tonalidad a la jornada. Quizá este dato esté alumbrando la irrupción masiva de una nueva generación que se involucre decididamente en el destino político del país. De ser así, el futuro de la democracia está asegurado.
En este marco habrá que interpretar el amplio abanico de los discursos y el clima de victoria con que alumbró el nuevo día. Todos ellos, directa o indirectamente coincidían en atribuir el triunfo legislativo a la conjunción en un mismo espacio y tiempo de la militancia a favor de esta Ley, que tiene la edad de la democracia, y la voluntad política de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, expresada en el envío del Proyecto al Parlamento, en las modificaciones que se hicieron en atención a las propuestas realizadas en las Audiencias públicas y en los foros y en el firme sostén recibido en los bloques oficialistas de Diputados, primero, y en Senadores después.
Como en todas las grandes batallas de la vida democrática, hay ganadores y perdedores. Es inevitable abordarlos así. Las buenas costumbres de una convivencia necesariamente civilizada, seguramente indicarán disimular este cuadro. Pero a la hora de abordar un análisis político habrá que anotar y distinguir en un casillero a los unos y a los otros.
No alcanza, creemos, con decir que perdieron los monopolios y un resabio legislativo de la dictadura. Perdió una forma de hacer política, de concebir el concepto de la agenda, aceptando los límites impuestos o sugeridos, en el alcance de cualquier iniciativa política de los actores sociales, institucionales, partidarios. Perdió la cultura autoritaria de la política, amañada a menudo por los intereses impuestos por los poderes económicos y mediáticos.
Aquella frase de “lo políticamente correcto” sufrirá de vejez prematura a partir de la sanción de esta Ley, toda vez que fue acuñada en relación directa o indirecta de la funcionalidad de la acción política con la “opinión pública”, eufemismo que escondió durante décadas el dictamen de los grandes medios de comunicación.
Pues bien, se termina una época y comienza otra. Es una nueva etapa de la democracia donde la voluntad de Néstor Kirchner y la decisión de la Presidenta de la Nación claramente resultan las referencias políticas ineludibles del espacio social triunfante.
¿Quién capitaliza el triunfo sino aquel que encabeza el proyecto político mayoritario y decisivo en el campo de la confrontación de ideas e intereses contrapuestos?
En este marco hay que consignar que en el amanecer del sábado 10 de octubre se consumó un triunfo cultural del proyecto nacional y popular gobernante, pero al mismo tiempo alumbra un horizonte donde todo está por inventarse.
Este es el desafío de la nueva etapa. La Ley es la más valiosa herramienta para abordarlo. Pero habrá que saber usarla para abrir la cancha donde todos los actores de la democracia empiezan a jugar de aquí en más. A esto nos referimos cuando afirmamos que la política recupera su soberanía plena, liberándose de las ataduras y condicionamientos impuestos por la presión de los monopolios mediáticos.
La oposición deberá reconfigurar el disco duro de su presencia ante la sociedad. Acaba de perder el mayor sostén que tenía para su despliegue mediático. Y lo que es peor, viajaban en la misma nave de los monopolios derrotados por la nueva Ley.
El llamado “PJ disidente” fue la expresión más conservadora si tenemos en cuenta las posiciones expresadas por Carlos Reutemann, Sonia Escudero o Juan Carlos Romero.
Pero sale severamente dañada la imagen y la conducta de la UCR comandada por los senadores Sanz y Gerardo Morales. Y Cobos. Terminan enfrentándose con sus orígenes y su propia historia como partido centenario. En lugar, por ejemplo, de optar por las universidades, optaron por defender los intereses de los monopolios. Allí quedaron sin alma discursiva. Y de semejante traspié, les será difícil retornar.
La democracia saldó una gran deuda que arrastró durante un cuarto de siglo. Se discutió por primera vez el rol de los medios de comunicación en la sociedad. Algo casi impensable hasta no hace mucho. Participaron innumerables actores sociales a lo largo y ancho del país. Una revolución ciudadana acaba de ocurrir en la Argentina. Se desmonopolizan los medios y se democratiza la palabra.
El proyecto gobernante desde el 25 de Mayo de 2003 anota en su haber otra de las transformaciones estructurales producidas desde la recuperación de la democracia. Pero ésta seguramente es la mayor de todas. No sólo por lo que representa en sí mismo, sino porque preanuncia una etapa donde el signo distintivo del Gobierno nacional seguirá siendo la política de transformación y participación social.
El holgado triunfo en el Parlamento y la transparencia del cambio producido, no deja dudas que la Argentina se inscribe definitivamente en una etapa donde “la gente” recupera su categoría de pueblo. Serán las organizaciones libres de ese mismo pueblo las principales tributarias de este paso gigantesco que se acaba de producir.
Para el escenario político, este avance de la iniciativa gubernamental tiene un impacto mucho más trascendente que el circunstancial resultado electoral de junio pasado.
Ya está. El cambio se ha producido.


Jorge Giles. Miradas al Sur 11.10.09

UNA REVOLUCIÓN CIUDADANA Y EN PAZ

Aunque imperceptible para muchos, se ha producido en la Argentina un fenomenal cambio estructural en el sistema democrático.

Una revolución en paz, construida con la voluntad de muchos ciudadanos durante 26 años y concretada por la voluntad política del proyecto nacional y popular del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

La holgada y transparente sanción de la Ley de Comunicaciones en la madrugada de ayer, vino a saldar una vieja deuda de la democracia.

Se ha roto un modelo fosilizado de hacer política, signado por las presiones y las extorsiones de los grandes medios de información que durante décadas uniformaron el sentido común de los argentinos. O trataron de hacerlo.

“Si lo dice Clarín, si sale en TN, si lo afirma el escriba de La Nación o lo dicen por la radio y el resto de los canales televisivos monopólicos, ah, entonces debe ser así nomás”

Era uno de los latigazos con el que nos autoflajelamos y convencimos aceptando como “verdad absoluta” lo que apenas era una opinión política y económica de los intereses representados por los monopolios.

Ahora sí se liberó la palabra.

Fue patética la imagen de los senadores del radicalismo, y de la derecha feudal, que a falta de argumentos para defender lo indefendible, a coro amenazaban con todas las plagas judiciales que caerían sobre la tierra.

Mentira. Sólo nos espera un nuevo cielo de la democracia.

Nada habrá que temer más que de nuestros propios errores y de los miedos castradores que los poderosos y los mediocres difunden.

Esto es democracia. Un pueblo que vuelve a bañarse en las fuentes de su propia memoria histórica, para cargarse las pilas de su autoestima y avanzar hacia un horizonte de mayor justicia.

Cuando caían las primeras luces del alba, los que estaban en la Plaza del Congreso sabían que eran protagonistas y testigos al mismo tiempo de un momento irrepetible.

El abrazo múltiple, las lagrimas derramadas con el compañero y la compañera, con el amigo y el correligionario, con el ciudadano de a pie que se acercó a celebrar, configuró una síntesis perfecta de la nueva democracia que estaba amaneciendo.

Allí está la crónica de lo sucedido durante el viernes 9 y la madrugada del sábado 10. Aquí sólo hay emociones al galope de un corazón popular que siente y sabe que se ha ganado una partida difícil. Quizá la más difícil de todas.

Tenía que ser Octubre.

La nueva Ley será la herramienta que posibilitará la participación de todas las organizaciones libres del pueblo.

Una comunidad barrial, provincial o nacional, allí donde desarrolle sus actividades, dispondrá del derecho para expresarse sin que nadie lo perturbe siquiera.

El sueño colectivo tendrá una radio, un canal televisivo, un diario.

La palabra será un pájaro libre.

Salgamos a recibirla de pie, se la merece.

Como en toda batalla histórica de los pueblos, hay triunfos y derrotas. Por lo tanto, triunfadores y derrotados.

Perdieron los monopolios al cortarse la soga en el cuello que nos asfixiaba desde el tiempo de la dictadura. Perdió la política “careta”, la del vale todo, la de los buenos modales en la pantalla pero que provocan a la vez, los dolores y las miserias de los más humildes.

Perdieron los opositores que se alistaron con los intereses de las minorías privilegiadas, despreciando a las mayorías populares. Perdieron Cobos, el gran converso, los radicales comandados por los senadores Sanz y Gerardo Morales, los neoliberales de paladar negro como Reutemann, Romero de Salta y tantos otros fantasmas del pasado.

Ganó la sociedad pero un poquito más los que dignamente militaron por esta nueva Ley durante años.

Para los que siguen creyendo en la continuidad de un proyecto de Nación, y aún para los que dejaron de hacerlo, claramente ganó Néstor Kirchner y la Presidenta de la Nación.

A pura voluntad política y defensa de un modelo de país justo y solidario, restañaron lo que hubo que restañar y salieron a encender rápidamente las primeras luces del Bicentenario patrio. Allá vamos.

¡Al gran pueblo argentino, salud!

Jorge Giles. 11.10.09
http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=61414