lunes, 31 de agosto de 2009

LA DEMOCRACIA NO DUERME, ESTÁ SOÑANDO

En la respuesta a las siguientes preguntas, usted hallará el nombre de un tradicional diario argentino y sus repetidoras radiales y televisivas.
Léalas con cuidado por que su presión arterial y su indignación irán creciendo a medida que avance en la lectura.
Ahí vamos.
¿A quién no le importa que casi 5 mil familias hayan obtenido en poco tiempo los prestamos del Banco Hipotecario para comprar o ampliar sus viviendas?
¿A quién no le importa que la firma del convenio entre Argentina, Brasil y Japón, para la nueva televisión digital gratuita, vaya a promover 300 mil nuevos empleos para los trabajadores, técnicos y profesionales argentinos?
¿A quién no le importa que los Alcaldes de todo el hemisferio hayan elegido a la Argentina para realizar este año en Mar del Plata su quinta Cumbre, con la participación de miles de funcionarios municipales latinoamericanos?
¿A quién no le importa que esta semana comience y prospere el debate en la Cámara de Diputados de la Nación sobre el Proyecto de Comunicación Audiovisual enviado por el Ejecutivo?
¿A quién no le importa que el fútbol para todos, sin pagar un solo peso por los ciudadanos, empiece a ser parte de una nueva cultura democrática, negada hasta ahora por los dueños del monopolio del cable codificado?
¿A quién no le importa que estén avanzadas las obras en La Matanza para expandir la red de agua potable que beneficiarán a medio millón de vecinos y que el Gobierno nacional sea el que financie y garantice la construcción de viviendas, pavimento y escuelas, como los inaugurados por la Presidenta en Quilmes la semana pasada?
¿A quién no le importa que Cristina, en representación de la Argentina, haya sido la promotora, la organizadora y garante del éxito de la última Cumbre de la UNASUR en Bariloche?
Podríamos seguir con el listado de temas que impactan sobre la vida de los ciudadanos y el prestigio de la Nación, pero alcanza con estos para contraponer con verdades la alevosa campaña de mentiras mediáticas que parecen imitar burdamente a uno de los maravillosos personajes de Diego Capusotto.
Esa prensa, la que niega y bastardea esta realidad que hoy vive el país, furiosa por verse descubierta nuevamente en su madriguera de odios y falsedades, es la que antes presumía de “objetiva y veraz”.
Pero ahora es ella misma quien está demostrando en su pálida desnudez, que es absolutamente subjetiva y absolutamente falsa.
Un avanzado en estos descubrimientos fue Arturo Jauretche.
El maestro del pensamiento nacional y popular supo mirarlos con sus ojos felinos y condenarlos con el don de la palabra justa.
Cuanta gracia y encanto puso don Arturo en “La mentira de la prensa libre”, advirtiendo que los lectores, no los periodistas, debían tener Fueros Especiales, para que pudieran conocer todos los intereses económicos y políticos que están atrás de las noticias de los grandes medios.
También decía don Arturo, que una de las virtudes que más ponderaba del mate criollo era que le permitía al paisano lector hacer la pausa necesaria para advertir los bolazos y las mentiras que pretendían venderle con letras de molde.
La lectura rigurosa y desapasionada, hasta donde nos es posible, de los diarios del domingo, volvió a dejarnos la sensación que estamos asistiendo al funeral de las viejas ideas, en aquellos medios que alguna vez supieron informar y comunicar.
Son sólo pasquines defendiendo los intereses del monopolio y cruzando con absoluta impunidad la raya del respeto institucional y ciudadano.
Ofenden la figura de la Presidenta de la Nación, con el mismo odio que supieron cultivar cuando agredían a Eva Perón y a las “locas de Plaza de Mayo”, como llamaron a las Madres en épocas de la dictadura.
Sin embargo, estos violentos del vocablo injurioso, se muestran en sus programas televisivos como inocentes gatos que huyen por los tejados, corridos a zapatazos por los vecinos.
Nunca gozaron de tanta paz y libertad, los poderosos que creyeron, equivocadamente, que la democracia ya se había dormido.
Y sólo estaba soñando.




Jorge Giles. El Argentino. 31.08.09

No hay comentarios: