martes, 5 de mayo de 2009

LA MORAL DE LA EFEDRINA

Pasan cosas raras en estos días. O quizás no tanto. Pero genera estupor ver a Luis Barrionuevo, el auto proclamado "recontra alcahuete" de Carlos Menem, manifestándose ayer cual si fuera un sindicalista "combativo", mientras la jefa de la Coalición radical, Elisa Carrió, hacía pública su solidaridad con Francisco De Narváez, a raíz de la citación judicial al candidato de origen colombiano, por su presunta vinculación con el tráfico de efedrina.
En declaraciones coincidentes con Felipe Solá, Elisa Carrió deslizó sus sospechas sobre lo que llamó "una operación fascista contra uno de los más formidables opositores al Gobierno" y mostró su disgusto ante este tipo de denuncias durante la campaña electoral.
Su candidata bonaerense, Margarita Stolbizer, había manifestado la semana anterior que De Narvaez debería renunciar a su candidatura hasta aclarar su situación.
¿A quién creerle ahora como vocero oficial de la alianza cívica-radical?
Sugerimos releer y conservar esta noticia, porque es la expresión más elocuente sobre qué entienden por "moral republicana", los referentes políticos de la oposición. La ciudadanía debería observar estas actitudes para conocer a fondo el perfil de quienes se anotaron en la carrera de candidatos contra el Gobierno.
Y porque es mejor prevenir ahora antes que volver a chocar con la misma piedra.
No es generar miedo ni apelar a la teoría del caos. Es tan sólo curarse en salud.
Recordemos que la justicia investiga el tráfico de efedrina y particularmente a quien es considerado "el rey" de esa mafia, llamado Mario Roberto Segovia o también Hector Germán Benitez y hete aquí que se supo en medio de esta investigación, que el nombrado recibió tres llamados de un celular perteneciente al diputado De Nárvaez.
El ahora candidato y ex asesor de Carlos Menem, solicitó que la justicia lo investigue como corresponde. Es lo que está sucediendo. ¿Porqué condenar entonces al juez que lo investiga? ¿Porqué tender un manto de sospecha contra la justicia? ¿Porqué De Narvaez afirma que es parte de una campaña sucia?
Elisa Carrió no se está solidarizando con una víctima de ladrones, mafiosos, criminales, genocidas de la dictadura u otra plaga mayor. Lo está haciendo con un millonario convertido en político que es investigado por su vinculación con gente acusada de narcotraficantes. Es un tema muy delicado para salir a presionar a los jueces que investigan.
¿O este será el tan mentado "contrato moral" de Carrió?
Hay que seguir insistiendo en construir una ciudadanía que cuente con representantes que puedan exhibir vidas y trayectorias de absoluta transparencia y seriedad. Y negar de cuajo cualquier impunidad para con ellos. Se esté en campaña o no se esté, hay que dejar que la justicia actúe ¿O acaso alguien tiene coronita por ser candidato opositor?
En verdad, los une la defensa del mismo modelo neoliberal y exclusión social del que son sus promotores. Es casi natural que se solidaricen entre ellos.
Lejos de estos entuertos, suceden cosas importantes para la vida de la sociedad, como el crecimiento de índice salarial, la inauguración de la Escuela Marítima Fluvial, la firma del Acuerdo Marco del Trigo, la recaudación por impuestos en más de 23.000 millones de pesos y los créditos gubernamentales a distintos sectores rurales de la provincia de Buenos Aires.
Pero hay una información que debería contraponerse a tanta contaminación desparramada por los grandes medios. Nos referimos a la repatriación y reincorporación de otros 16 científicos argentinos por parte de la Universidad Nacional de La Plata enmarcados en el Programa de Investigación y Desarrollo para la Radicación de Investigadores y el CONICET.
Es una clara señal de vida y de esperanza en el desarrollo de un país que quiere seguir creciendo. Y ello sólo es posible con un modelo de inclusión social que garantice para todos los ciudadanos, el ejercicio independiente y democrático de la Justicia.



(El Argentino. 05.05.09)

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