domingo, 3 de mayo de 2009

LA IRRUPCIÓN DE LOS TRABAJADORES A LA HORA DE PROFUNDIZAR EL MODELO

El panorama político fue sacudido por el masivo acto de la CGT conducida por Hugo Moyano. De un lado y del otro de las posiciones en pugna, se hicieron oír con absoluta nitidez las voces que definen el país de los argentinos en estas circunstancias históricas.
El racismo escuchado en distintos programas de TV y radio, durante estos días, es parte de un anacronismo que parecía ya superado. Hay un odio de clase inocultable por parte de aquellos que no toleran el ejercicio de la democracia protagonizado por los sectores populares. Son los que no pueden o no quieren comprender la profundidad del hecho producido por decenas de miles de trabajadores y entonces cargan histéricos contra el caos vehicular que provocaron, o la cuota de candidatos sindicales para las listas electorales o el dinero para las obras sociales.
Deberían mirar la historia para valorar el parteaguas que se acaba de producir.
Los trabajadores demostraron, con absoluto orden además, que ellos saben mejor que nadie que se dirimen dos modelos de país, y entienden que es este Gobierno el que expresa el modelo de inclusión social.
Lo significante para la etapa, es esta irrupción masiva de los trabajadores organizados reafirmando su pertenencia histórica a la hora de definir su lugar y su dirección. Ya no son las masas de desocupados y excluidos que pugnaban por entrar al circuito del trabajo. Son los que se sienten incluidos por derecho propio y defienden con uñas y dientes lo conquistado. Cuando irrumpen con decisión en la escena política, superan con creces el antiguo eufemismo de “la opinión pública”, ese que alimenta las huecas mesas de análisis de algunos comentaristas políticos.
Hugo Moyano habló sin ambigüedades. Fue la expresión de quienes saben por experiencia social, todo lo que el país recuperó desde el gobierno de Néstor Kirchner hasta acá. Y no quieren desandar caminos, sino profundizarlos.
Saben más que ningún otro sector, medir con sabiduría y tacto la delgada línea que constituye la relación de las fuerzas políticas en cada coyuntura.
Después del mensaje de Néstor y Cristina Kirchner, afirmando que la disyuntiva es a todo o nada, aconteció esta movilización que le puso rostros y contenido social a las palabras de la conducción del proyecto nacional y popular.
Ahora vendrá la delicada tarea de convencer y persuadir a otros sectores, de que esta disputa no es por las formas sino por el contenido.
Se podrá disentir con los modales de los que gobiernan, pero queda claro que si este proyecto pierde en las urnas, pierden todos los que buscan construir una patria más justa y solidaria.
No hay alternancia respetable entre la causa del pueblo y la tabla partidaria de los que flotan y navegan al compás del humor de los grandes medios. Es la hora de transformar la realidad, no sólo de interpretarla.
En eso andan los que se arremangan y acompañan al proyecto transformador.
Así en la Argentina, como en toda la América Latina.
(Miradas al Sur. 03.04.09)

No hay comentarios: