miércoles, 3 de diciembre de 2008

UN PANAL DE ABEJAS EN PLENA TAREA

La Presidenta y la política de nuestros días
La Presidenta Cristina Fernández anunció el Plan Raíces para favorecer la vuelta al país de todos los científicos argentinos que por distintas razones se vieron obligados a emigrar años atrás. A la repatriación de capitales le sucede la del pensamiento. Otras áreas trabajan sin descanso para presentar una serie de medidas en sintonía con los proyectos que debate el Parlamento y con la creación del flamante Ministerio de la Producción. El gobierno es un panal de abejas en plena tarea. Pronta a viajar a Chile, posteriormente a Rusia y finalmente a Brasil para estar en la reunión del Mercosur, la Presidenta avanza en la consolidación de esta política estrechando lazos internacionales tan necesarios para el pasaje de un mundo unilateral en crisis a un nuevo marco multilateral capaz de crear las condiciones para una etapa superadora del neoliberalismo depredador.Más trabajo, más producción, más salud, más educación, más integración latinoamericana. Es la misma orientación política, haya viento a favor o ciclones a punto de entrar al país aunque no tengan pasaportes.¿Y el resto de la política que dice por estas horas?Desde la derecha, sus diferentes expresiones siguen sin poder superar su dispersión de fuerzas y su falta de liderazgos creíbles, pero unifica y antagoniza hasta el límite de la legitimidad democrática, sus críticas contra el oficialismo. No importa lo que se anuncia desde el Gobierno, la consigna es echar rodilla a tierra y disparar ríos de tinta, injurias y editoriales tan reaccionarias que sólo encuentran antecedentes remotos en las peores horas de dictaduras pasadas. Siguen siendo la perla de una corona que ya no existe. Pero a fuer de ser honesto y parejo, es necesario advertir que cuando más se necesita afianzar culturalmente este proceso nacional y popular que encabeza el Gobierno de Cristina, algunos sectores del progresismo vernáculo, hacen oír sus voces con críticas totalmente destempladas cuando no infundadas, regando el escenario con cuestionamientos que terminan por ser funcionales a los adversarios del Gobierno y que van desde la presidencia del Partido Justicialista por parte de Néstor Kirchner hasta la presunta falta de apertura al debate y el veto a una ley de protección a los glaciares. De pronto actúan como si quién gobierna no fuera Cristina hoy y Néstor Kirchner ayer ¿O se olvidan quienes fueron los primeros y casi los únicos que en los años noventa salieron a proclamar la defensa inclaudicable de nuestros Hielos Continentales y nuestros glaciares? ¿O es tan difícil entender los tiempos y el debate participativo que requiere gobernar sobre estos temas tan sustantivos? ¿O no es posible entender que Kirchner asume tamaña responsabilidad partidaria con el mismo patriotismo y honradez con que asumió sus actos de gobierno? La política, cuando se comparte un espacio común, se nutre de confianza. O no se comparte. El adentro o el afuera vale para la causa política que se defiende y no para el artefacto partidario que cada uno elija.Sería deseable que cada uno de los sectores críticos, abran y estimulen masivamente el debate en su propio lugar de pertenencia antes que declamarlo y reclamarlo desde otro lado. Quizá la raíz se encuentre en creer que son los partidos políticos los que están en crisis y que con un servicio mecánico de urgencia todo se solucionará. La crisis es de la política en su conjunto y por lo tanto todos deben sentirse alcanzados por las esquirlas de la deflagración ocurrida cuando estalló el país hace apenas un puñado de años. No verlo así nos lleva al injusto y peligroso riesgo de creer que adentro del PJ está lo sucio, lo malo y lo feo y que todo lo puro está afuera del mismo. Es una falsa dicotomía. Además no se entiende cómo se puede sostener este criterio con tanta pasión cuando se continúa perteneciendo al mismo elenco gobernante que se condena. Cleto es un maestro en estas artes, pero no es bueno imitarlo.Por otra parte, habría que ser más respetuoso y humilde frente a quien transformó este país desde el sólo capital de sus convicciones y el coraje político para llevarlo adelante. Néstor Kirchner no esperó a nadie para realizar los cambios que se hicieron desde el 25 de Mayo de 2003. Los hizo simplemente.Este proyecto tiene, en un amplio abanico del centro a la derecha, los adversarios que se merece. Estamos librando una batalla en democracia por la justicia social y la plena soberanía de la nación y es posible darla victoriosamente estrechando filas, no dispersándolas con una lógica de lista electoral.
(BAE, El Argentino, 3/12/2008)

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